Administrador

Como consecuencia del constante cambio global, a nivel organizacional, tecnológico y comercial, los administradores debemos estar preparados y abiertos a esos cambios, a reconocerlos y proponer los nuestros; si son necesarios; con el fin de salvaguardar nuestros intereses personales y corporativos.

Este avance vertiginoso de las situaciones hacia la globalización, hace que el administrador sea una persona de una formación integral, con visión a largo plazo, que aproveche las situaciones de forma que promueva la innovación y la materialización de ideas.

El administrador es entonces; además de un conocedor del pensamiento y proceso administrativo y de sus áreas funcionales; un emprendedor, con todo lo que implica, sin negarse ni un solo instante a ello.

Las exigencias actuales para un administrador, van más allá de ser eficientes y eficaces, la productividad exige un alto nivel de compromiso, traducido en ser competitivo e innovador.

Está demostrado que las grandes compañías, basan su éxito en la capacidad de sus gerentes, de sus manejadores, de conocer y aprovechar su entorno socio – político, geográfico y cultural, a través de nuevos proyectos que promueven mejoras en los ingresos. Hay que señalar también que en la medida que las grandes compañías en el ámbito mundial, se preocupen más por la parte ambiental y social, van a gozar de mayor reconocimiento y prestigio internacional.

El administrador viene siendo entonces, como ya lo dije antes, un ser íntegro, que se acomoda y amolda a su entorno, a las situaciones, conocedor de sus bases como administrador, que avanza al ritmo de la globalización, que aprovecha las ventajas que se e ponen en su camino, pero ante todo, un emprendedor capaz de iluminar el camino con su capacidad de innovar.

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