Adoptemos

Las diferencias son irreconciliables, algunas las entendemos todos (bautismo de niños, oración por los difuntos, penitencia), otras no tantos (transubstanciación, inmaculada concepción, infalibilidad). Pero hay algunos lazos naturales e irrompibles que nos unen pues somos hijos de una misma patria, y habitantes de una misma ciudad. A estos lazos debemos añadir el vínculo de una firme e inconmovible convicción en el respeto a la dignidad humana.

Católicos, Evangélicos, otros, podrían abrir su mentes, corazones, brazos y hogares para recibir a los que el vientre de sus madres se niega a cobijar. Podrían ser conocidos como hombres y mujeres que al ver su ciudad en ruinas, así como estaba Jerusalén en tiempos de Nehemías, unen acción a sus palabras.

Si no hacen lo que predican están corriendo el riesgo de ser catalogados de hipócritas. Hipócritas porque dicen y no hacen, hipócritas porque ponen cargas pesadas sobre los hombros de los demás y ustedes mismos no ayudan a llevarlas, hipócritas porque parecerían cristianos pero no lo serían.

La princesa de Egipto al ver que el destino del pequeño que estaba en la cesta era la muerte, tuvo compasión y lo adoptó como suyo; poco importó que fuera un esclavo hijo de esclavos condenados a muerte por su propio padre.

Si una mujer sin Dios pudo vencer todos los escrúpulos sociales, religiosos, culturales y políticos para salvar la vida del pequeño Moisés, ¿podremos los cristianos vencer los múltiples prejuicios contra la adopción?: Ya criamos a nuestros hijos; ya somos demasiados en la familia; no tenemos dinero; puede salir una mala persona; ya somos muy viejos.

Cristianos, la Biblia (su libro sagrado y autoritario) relata historias de viejos criando niños, pobres criando niños, familias numerosas criando niños, esclavas criando niños; y todos ellos llegaron a ser grandes.

Cristianos, si son cristianos y tienen el Espíritu Santo, la Biblia parece que dice que tienen poder para vencer a sus enemigos y poder para amar a los que nadie más ama.

Tenemos (Católicos, Evangélicos, otros) la firme convicción de no dar un paso atrás en nuestro compromiso con la dignidad humana; los invito a dar un paso adelante en la misma ¡ADOPTEMOS!

...