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Anormalidades inherentes

lufiaEnsayo17 de Octubre de 2012

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ner anormalidades inherentes a sí mismo (las que acabo de citar) que no le permiten desenvolverse como alguien más dentro de la sociedad y dentro del grupo. Sus principales prejuicios eran por su nombre, y por no haber dado nunca un beso a una chica, ni siquiera en la mejilla.

Cuando no podemos ver las soluciones que son obvias

Salvatore piensa que la única solución para salir de su anormalidad es dar el primer beso, cuando en realidad tiene un camino mucho más fácil (para él). Enseguida veremos otra supuesta razón de su también supuesta anormalidad, y las cosas que él piensa hacer para solucionarla:

Si en realidad soy anormal, tal como me temo, es por culpa de mis padres. Ellos sí que son raros. Pero de verdad. Nada más pensemos en mi papá. Dentista. Sólo a una persona retorcida se le ocurre ser dentista.

Y mi mamá. ¡Ama de casa! ¿Cómo le voy a decir a la gente que mi madre es ama de casa? Yo creo que ni siquiera saben qué significa eso. Es cosa de la época de las cavernas. Las otras mamás son biólogas marinas o administradoras de banco, o trabajan en almacenes. ¿Por qué la mía no?

Mamá dice que no le queda tiempo para dedicarse a eso, porque está demasiado ocupada con sus clases. El año pasado tomó clases de mecánica y de reflexología. Este año es el de la cocina vegetariana y las antigüedades. Hace horribles comidas como pudín de zanahoria y avena y hojas de repollo. Cuando no está haciendo eso, está buscando antigüedades en todas las realizaciones. ¿Qué más podría esperarse de una que se casa con un dentista? Si no era rara antes, se volvió así después de casada.

Mamá es agradable. Papá también. No es que yo no los quiera, pero me parece que son extraños. El papá del Pote conduce un camión y la mamá trabaja en un almacén de bricolaje. A eso le llamo normal.

Por eso mismo el Pote es normal y ha podido besar chicas, pero yo no. ¡Y no es que no haya tratado! Ya estoy decidido. Ahora sí va en serio. ¡Es mi proyecto para este trimestre! Debo:

• Conocer mejor a las chicas.

• En lo posible, conseguir una novia.

• Si no se puede, al menos besar a una chica, de preferencia Lucy West, aunque tampoco me disgustaría Joella Crick o Carrie Pringle.

• Si todo lo demás falla, me conformo con Nasreen Flynn, aunque no me gustaría besar a una chica que ya haya besado el Pote.

Jean Ure, 2000, páginas 8-9-10

Salvatore presenta un problema consigo mismo, no consigue aceptarse a sí mismo y a las cosas que lo hacen distinto de los demás, y que además forman su personalidad. Todos tenemos ciertas características (físicas y también dentro de nuestro ser) que nos hacen distintos los unos de los otros, y algunas son más visibles que otras. Hay personas que se enorgullecen de sus diferencias, otras se avergüenzan de ellas y tratan de hacerlas menos visibles frente a los demás, pero en este momento ese no es el punto.

El punto es, entonces, que es normal ser diferente, y que la variedad de la especie humana consiste en su normalidad, es decir, su diferencia: el simple y complejo hecho (a la vez) de que ninguna persona es igual a otra, por ser normal. A fin de cuentas, se vuelve algo muy complicado, pero creo que queda claro. Cuando por fin logró su cometido, su alivio fue tremendo, porque ya se consideraba normal, pero también porque si no lo hubiera logrado, tampoco se habría suicidado, y para colmo de males sería un cobarde aparte de anormal.

¡Lo logré! ¡Lo logré! ¡Besé a una chica! ¡Soy normal! ¡Yujuu!

Ya no tengo que pensar en morirme, lo que me parece muy bueno, porque habría sido un terrible inconveniente para papá y mamá. Papá habría tenido que sacar tiempo libre de su trabajo para ir a mi entierro y mamá habría tenido que ir a comprarse un vestido negro.

El sábado pensé que ya era hora de ir haciendo mi testamento.

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