La Era De La Anormalidad

LA ERA DE LA ANORMALIDAD

Lo anormal es ahora lo normal. Hemos abandonado la idea de construir una sociedad basada en el principio de la crianza. La economía de la burbuja ha dado paso a la economía doble del trabajo duro y el dolor, de la miseria y la oportunidad. Ahora parece como si se hubiera abandonado la idea de crear una sociedad basada n el principio de la crianza y en s lugar gobiernan de nuevo las leyes de la naturaleza. Los cambios nos están llevando a un mundo de darwinismo económico totalmente distinto, un mundo en el que la norma es la anormalidad. El mundo normal en el que crecimos la mayor parte de nosotros podría resultar no ser más que un paréntesis histórico en el tiempo. La economía doble aporta un mayor énfasis en la supervivencia de los más capacitados. Pero los individuos y las empresas pueden también perseguir otro tipo de estrategia: supervivencia de los más sexys. Mientras que es más difícil hablar de regiones y países ricos y pobres, es también verdad que la parte del mundo que está en vías de desarrollo no se está poniendo al nivel económico. Por el contrario, el nivel de vida de la mayor parte de las personas que viven en ellos, continúa descendiendo. Combinemos el cambio técnico, que favorece trabajadores más capacitados, con la competencia global que planta una gran cantidad de nueva presión sobre el no capacitado. No importa lo que puedan decir decir y pensar la gente en general y los accionistas en particular, las empresas competitivas compiten en capacidades, competencias y conocimiento, y las ideas pertenecen a las personas de talento. En el mundo del karaoke, algunas personas trabajan hasta matarse, aceptando jornadas dobles, solo para apenas ganarse la vida. Después de todo el único recurso disponible gratuitamente para los que están hasta debajo de la pirámide es el tiempo. Aunque los Estados Unidos están entre los líderes de la economía mundial en términos de producto interior bruto per cápita, la situación parece ser muy diferente cuando se compara el producto por hora de trabajo. Hemos cambiado de la dependencia a la responsabilidad. Ahora todos estamos sometidos a presión. Pero estas demandas se sienten siempre solo personalmente. Como dijo el antiguo miembro del gobierno Clinton, Robert Reich, cada vez más de nosotros encontramos cada vez más difícil mantener ese delicado equilibrio entre ganarse la vida y vivir la vida. Va a costar sangre, sudor y lágrimas. Por supuesto que los efectos de trabajar cada vez más duramente van mucho más allá del individuo exhausto. Mas trabajo crea más ansiedad, lo que, a su vez, repercute en la institución de la familia o como prefiramos llamarla. La nueva realidad es que, mientras antes solíamos hacer cambios en la fábrica, ahora hacemos cambios en el hogar y es cada vez mayor el número de personas que conocemos que se ajustan al acrónimo empleado por los sociólogos: DINS, “Doble

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