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Análisis De La Psicología Del Diseño Gráfico De Las Campañas Políticas En México

chariitoo77 de Marzo de 2014

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INTRODUCCIÓN

Se elige este tema porque resulta muy interesante conocer cómo se realiza el diseño de una campaña política en nuestro país y como es que aun siendo el mismo país no en todos los lugares se lleva a cabo de la misma manera.

Haz las cosas por las buenas, por las feas no, por las feas no hagas nada

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Actualmente en México se encuentra muy marcada la diferencia de clases sociales y esto no solo se puede observar yendo a un barrio donde viven las personas que se dedican a recolectar basura y posteriormente ir a dos kilómetros de ahí y encontrarte con que están tirando comida en perfecto estado; así como este ejemplo en las campañas políticas de nuestro país está muy marcada esta diferencia, se encuentra una gran discrepancia entre las campañas políticas realizadas a nivel nacional en nuestro país y las realizadas en pequeños pueblos de provincia, es por lo antes mencionado la elección de dicho tema.

JUSTIFICACIÓN

Uno de los gastos públicos más importantes que se realiza con periodicidad es el de las campañas políticas, es por ello que se desarrolla el tema del análisis de la psicología del diseño gráfico en las campañas políticas de México, encontrando la respuesta al por que son tan diferentes las campañas políticas nacionales y las locales.

OBJETIVO GENERAL

Dar a conocer la complejidad de realizar una campaña política bien elaborada y determinar el pro que de la diferencia entre las campañas realizadas en los distintos niveles de gobierno.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

* analizar la elaboración de una campaña política bien estructurada.

*establecer las causas que hacen diferentes las campañas políticas en México.

HIPÓTEIS

Explicará cómo es que existe una manipulación por parte de los diseñadores de campañas políticas hacia el pueblo y el por qué no todas las campañas políticas en nuestro país tienen el mismo trabajo en cuanto al diseño y la gran discrepancia que existe entre las campañas nacionales y las que se realizan en los pueblos.

La publicidad junto con el diseño permite llegar a la condición de métodos y planes encaminados a la realización de los objetivos sobre los distintos mercados. Se hace cargo de estudios de la organización y la instrumentación sistemática de todas las actividades que contribuyen a crear, promover y distribuir los servicios, bienes y productos capaces de satisfacer expectativas y demandas de los consumidores y usuarios presentes y futuros. Se describe que la publicidad y el diseño son aplicables a toda organización deseosa de realizar objetivos sobre su entorno d ahí su apertura a todo tipo de problemas. Para la política, la publicidad y el diseño tiene la finalidad de informar los acontecimientos, cambios, estructura, en fin todo aquello que permita a los ciudadanos comprender el espacio político en el que se vive y por ende actuar en los tiempos electorales, que es donde se encuentra vulnerable el estado. Por lo tanto la publicidad y el diseño de campañas políticas se enfocan en los puntos de los cuales puede ganar el voto y la confianza ciudadana como lo son:

1. El conocimiento del apoyo electoral.

2. Conocimiento de los electores.

3. Métodos eficaces de la distribución de ideas.

4. Ideas concordantes dentro de la población.

Por lo que ahora, los partidos políticos son una organización que tiene la capacidad de ofrecer expectativas, dar a conocer, crear una imagen, satisfacer una necesidad e impulsos de aceptación, a esto se le llama diseño y publicidad de imagen política.

La publicidad y diseño de campañas políticas aparece a finales del siglo XIX como consecuencia del voto universal, el desarrollo de las comunicaciones y el establecimiento de régimen políticos de características democráticas. Sin embargo, como instrumento moderno de la política, la publicidad y el diseño de imagen política es un fenómeno de mediados del siglo XX que surge y se desenvuelve de manera extraordinaria en los países desarrollados (Estados Unidos de América) y pasa luego a las naciones latinoamericanas.

La publicidad y el diseño político en los últimos años han cobrado mucha importancia en los procesos electorales y de gestión comercial de las organizaciones, dada la complejidad de los procesos políticos y económicos pero en especial por el aumento en la competencia del mercado.

La publicidad política en México surge a finales de la década de los ochenta como parte de los procesos de transición y cambio político consentido democrático, la misma conformación del emergente mercado electoral y la disputa de este por diferentes candidatos y formaciones políticas hacen posible la incorporación de estas nuevas herramientas políticas a las contiendas electorales.

De esta forma, los históricos-cómicos presidenciales de julio de 1988 marcan el inicio de la publicidad política en su sentido y connotación moderna. Ciertamente, con mucha anterioridad se usó la propaganda para tratar de legitimar el grupo en el poder y se organizaron campañas político-electorales.

La historia de las campañas político electoral en México está estrechamente ligada a la misma conformación del estado-nación en las primeras décadas del siglo XIX. La primera campaña que se llevó acabo para elegir a los representantes de la nueva república fue en 1828. Estas fueron campañas muy rudimentarias: estaban enfocadas a convencer a una pequeña elite política y sus estrategias publicitarias se caracterizaban por su precariedad y falta de ingenio.

Era una época en la que los procesos electorales son continúan los mecanismos de acceso al poder político, ya que las armas y la violencia se privilegiaban en lugar de los votos. Tal siglo se caracterizó por la existencia de gobiernos autoritaritas, con la notable excepción del gobierno juarista, quienes asumían cargos de representación popular generalmente tras un movimiento armado o una decisión misma de las altas esferas del poder público.

Al inicio del siglo XX las campañas empezaron a tomar mayor relevancia a la par que los procesos de transición a la democracia se empezaron a extender en otras partes del globo. Las dos campañas políticas de México que mayor revuelo tomaron y de las cuales se conoce su espíritu democrático fueron las de Francisco I. Madero en 1911 y la de José Vasconcelos a finales de los años veinte. Salvo esas excepciones los procesos electorales no fueron si no meros ritos protocolarios para el acceso al poder político, donde los mecanismos y políticas autoritarias predominaron sobre los principios de popularidad, libertad, democracia y respeto al estado de derecho.

Sin embargo a partir de finales de la década de los ochenta, México empezó a experimentar un proceso de cambio político sin precedente en la historia contemporánea, enmarcando en lo que Samuel Huntington llamo la tercera ola de transición política hacia la democracia que invade, desde 1974, al orbe. Como parte de estas transformaciones, las vías electorales se empezaron a convertir en los mecanismos privilegiados para el acceso al poder público y en procesos altamente competitivos por parte de las diferentes formaciones políticas del país. De cierta manera, ya para la década de los noventa, México paso de un modelo voto cautivo a un proceso de desregularización del electorado.

De esta forma, el inicio de la transición a finales de la década de los ochenta trajo consigo la necesidad de dotar a los candidatos y partidos de nuevas herramientas para tratar de alcanzar los objetivos políticos y acceder a posiciones de poder. Durante ese periodo, se conformó propiamente el mercado electoral, las urnas de convirtieron en los mecanismos legítimos y legales para el acceso al poder político, los medios de comunicación empiezan a mostrar una limitada apertura para difundir los planteamientos y propuestas de los partidos y candidatos de oposición, la competencia política empieza a ser una realidad y la publicidad y diseño de campañas de imagen política es utilizada por diferentes actores políticos, ya sea como instrumento para diagnosticar el mercado electoral y definir agenda públicas y plataformas programáticas o para difundir una serie de propuestas, imágenes e ideas de los candidatos.

El nacimiento del diseño y la publicidad política aparece así ligado a las atípicas elecciones de julio de 1988, en las que por primera vez en la historia contemporánea del país se presentaron elecciones competidas y en la que la oposición partidista tuvo la capacidad de retar al poder hegemónico del país. En suma: esta etapa se caracteriza por el inicio

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