Artes 1 Integradora (obra)
diegoorozcojr1921 de Mayo de 2014
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Primer Acto
(Se abre el telón).Corre el siglo XVII, en una tierra desolada.
En una extraña tumba estaba una muchacha, quien se llamaba Marizza.
-¿En dónde estoy? ¿Qué es este lugar?- dijo ella. Obstante se movían las hojas de un jardín. Ella se para de la tumba.
-¿Qué queréis aquí?, señorita- diciendo una extraña voz.
-¿Usted quién es?- exclama marizza.
- ¿Yo?, Soy Garfunquel, un humilde cazador, disculpadme si no me presenté antes- dice él.
- disculpar mi inocencia pero, ¿qué lugar es este?- dice ella.
Entre los arbustos sale una criatura grande.
-¡Oye Garfa! Ya es hora de cazar, pa’ ganar el pan de cada día- dice la extraña criatura
-¡Que no me digáis así joder!, no me llamo “garfa” lo sabéis bien, primo.- le exclama Garfunquel a la criatura.
(Se cierra el telón)
Segundo Acto
(Se abre el telón)
Llegan los tres a una cabaña cerca de la tumba, adentro se encontraba una “mujer”.
-¿Y, quien es esta señor?- dice la mujer
Garfunquel se levanta y le dice a la mujer -Dice que se llama marizza, la encontré cerca del cementerio; por cierto, ¿qué hacías en aquel lugar?-.
-No sé responder esa pregunta, es mas yo me hago la misma-. Responde ella
-¿Segura? No me salgáis con una travesura tuya, pequeñuela.- Dice Garfunquel – es que jamás hemos visto a una pequeña de tu tamaño, y menos de tus rasgos físicos-.
- ¡Es enserio! No sé por qué estoy aquí, ha de ser un sueño.- dice ella.
-¡Garfunquel¡ y si vamos con el chamán Héctor, él sabrá qué hacer.- dice Estefán.
-de acuerdo iremos con él y después ya sabremos que hacer- dice Garfunquel
-¡Vale¡ pero no podrán irse sin el estómago vacío, ese lugar queda muy retirado de acá, vaya que sí.- dice la señora.
(Se cierra el telón)
Tercer Acto
(Se abre el telón)
-¡Chamán, Héctor!, no hemos encontrado con esta joven, y queremos preguntarte de donde proviene la chiquilla.- dice Garfunquel.
Éste se voltea y exclama
-Ya veo, usted es la profecía- dice el chamán
-¿profecía?- dice ella
-hacía un tiempo, que una joven vendría hasta aquí para liberarse.- relata el chamán
-¿liberarme? ¿De qué?- ella se intriga
-De tu condena pequeñuela.- dice el chamán.
-pero un sueño no es una condena, chamán.- dice ella con cuestión.
El chamán agrava la voz y le dice:
-señorita usted no está dormida, está muerta.- dice el chamán con timidez.
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