Artículo 3o COnstitucional

Cuando ingresamos a la educación básica, en específico a la primaria, se nos enseña que el Artículo 3º Constitucional es el “todo” de la educación en México, pues contiene la información de qué, cómo y para quiénes es la educación. El conocimiento del grueso de la población en cuanto a este artículo, es en realidad muy vago y mínimo, pues en la opinión pública habla de “el derecho a la educación”. Pero, ¿qué es el derecho a la educación? ¿A qué educación?

Desde la Constitución que se promulgó en 1857, en el artículo 3º se plasmaron ciertas características de la educación y sobretodo de la superior: “La Ley determinará qué profesiones necesitan título y con qué requisitos se deben expedir”. Esta fue la base sobre la cual se ha construido la legislación actual concerniente a la educación, y es con las reformas que ha sufrido este artículo que se ha conseguido normar este derecho de las y los mexicanos.

Actualmente, los planteamientos que hace este artículo con referencia a la educación como un derecho de los individuos, aún tiene muchos vacíos. Si bien existen regulaciones respecto de cómo debe ser dicha educación; las instancias ejecutoras y normativas; las características de la educación; el presupuesto que se le asignará; y el establecimiento de las leyes que vigilan el cumplimiento de dichas regulaciones, aún faltan por poner en práctica todas las propuestas plasmadas en el Artículo.

Los diferentes gobiernos han impulsado las reformas educativas, con diversas visiones, y siguiendo planes totalmente diferentes uno de otro. La falta de continuidad en los procesos educativos, han mermado y casi imposibilitado que la educación en nuestro país tenga bases sólidas sobre las cuales edificar y conseguir todos sus propósitos y fines. La última reforma educativa, llevada a cabo por el actual presidente de nuestro país, no es un trabajo individual, y aunque tiene buenas propuestas, la realidad de las mismas es muy diferente.

Se pretende lograr una educación de calidad y no se cuenta con la infraestructura mínima adecuada para la impartición de clases en muchas escuelas a nivel nacional; se busca la profesionalización del personal docente y no se les dan las herramientas para capacitarse ni superarse; se consolidó el programa de escuelas con jornada ampliada, dejando sin turno vespertino las escuelas, reduciendo las oportunidades de estudio de las y los niños del país; se pretenden cambios a nivel nacional cuando ni siquiera se tienen datos reales de cuántas escuelas por nivel hay, de cuántos maestros, alumnos, etc. Todas estas situaciones son solo el reflejo de la falta de visión práctica que tiene el gobierno, al momento de llevar a cabo las reformas educativas.

Esto es hablando de lo que actualmente sucede en el país en materia de educación, sin embargo, y como ya mencioné, en todos los sexenios presidenciales, existe falta de visión

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