Baldomero Lillo: Diamante o la analogía de la animalidad del minero..
edodiazaEnsayo8 de Junio de 2016
1.013 Palabras (5 Páginas)287 Visitas
Baldomero Lillo: Diamante o la analogía de la animalidad del minero.
Han pasado los años y al contemplar la obra de Baldomero Lillo podemos constatar que sigue brindando un goce estético y u gran aporte histórico a sus lectores. Esa prosa particular en su estilo único e impregnado de la visión determinista de su tiempo, entrega una cosmovisión fatalista y cruda de la existencia del minero, que hace universal su figura en medio del sufrimiento. Por lo que al desentrañar el contenido de su obra, desde una mirada del presente, nos entrega una recreación del dolor y de la angustia de un pueblo trabajador y explotado por los intereses económicos de los poderosos de su tiempo.
Se cumple una vez más, en este escritor, el hecho que el arte es el reflejo del estado de la sociedad, de esta forma plasma las vivencias de cada pueblo desde su expresión interpretativa. Debido a que nuestro autor en análisis, puede internalizar toda la problemática de la “cuestión social”, y entregar su visión de la forma que lo hace, es de gran importancia analizar en este ensayo una brevísima parte de su obra. Siendo estas las pretensiones, nos abocamos a analizar un par de aspectos de el primer cuento que encontramos en el libro Sub Terra, “Los inválidos”. Al leer este cuento, podemos plantear derechamente, que el autor, desde esta obra considera la animalidad en que ha caído la persona humana producto de las duras condiciones de trabajo, se nos presenta un mundo hostil y árido, donde emerge una creatura magullada y enferma, producto de una utilización indolente de sus fuerzas animalescas. Luego que es desechada de la mina, pues su estado es deplorable, se han extraído todas sus fuerzas y ahora que ya no sirve para anda es desechada. De la misma forma los mineros llevan una vida similar, donde se les utiliza en todo su vigor y cuando llega la vejez son desechados. Aparece al avanzar el relato, la figura muy particular de un minero muy sensible y sabio, que puede desmenuzar la situación de vida de todos ellos y a su vez puede soñar con una posible rebelión que ponga fin al constante abuso de que son víctimas miles de hombres y sus familias. El narrador utiliza magistralmente la alusión al mito de Sísifo, incluso lo gráfica de la siguiente manera en la obra :
“ Sísifos condenados a una tarea eterna los miserables bregan y se agitan sin que una chispa de luz intelectual rasque las tinieblas de sus cerebros esclavos, donde la idea, esa simiente, divina, no germinará jamás.”
De esta forma, el autor nos demuestra de su frondosa cultura, no olvidemos que fue un lector voraz en su juventud, de esta forma presenta una realidad horrorosa de la miseria de un amplio sector de la población chilena, a través de un lenguaje sencillo y llano pero que muestra una alta profundidad intelectual. El mito de Sísifo es tomado nuevamente por Jean Paul Sartre muchos años después. No podemos asegurar que existió una influencia de Baldomero Lillo, sobre este intelectual, pero sí destacar la envergadura intelectual de nuestro escritor al hacer estas relaciones intertextuales, tal como la harían después filósofos existencialistas de la talla del señalado anteriormente. Aquí, Baldomero Lillo, vuelca toda su visión determinista, propia del Naturalismo, donde nos presentan al hombre sin esperanza de lograr un cambio en sus existencias.
Por otro lado la analogía entre la animalidad del trato a los mineros y la figura de la personificación al caballo, en su sufrimiento es novedosa, le atribuye una actuación humana en su deplorable estado. Es emotiva y original, según lo relata en el texto, este particular narrador sabio que aparece en medio del relato reflexiona y señala :
“Pobre viejo, te echan porque ya no sirves! lo mismo nos pasa a todos. Allá abajo no se hace distinción entre el hombre y las bestias”.
Desde el texto mismo observamos el tratamiento del narrador al caballo, quien lo asemeja a todos los participantes del trabajo en la mina. Sufre el mismo destino, después de ser explotado salvajemente, sólo le resta esperar su muerte. Una existencia humana traspasada por el sufrimiento y la explotación. Nos encontramos con una voz de denuncia desde la literatura. No debemos olvidar que es memorable, en la historia de Chile, la intervención de un grupo de integrantes del alto mando del ejército, ante la indolencia del congreso de chile por la denominada “cuestión social”, ellos arremeten en el edificio legislativo, desde donde son desalojados por el ministro de defensa, obedecen a la orden pero sacan sus sables y los arrastran rayando el piso de mármol de este edificio. De la misma forma, Baldomero Lillo, arremete denunciando desde su creación literaria, una sociedad clasista e indiferente ante el sufrimiento humano. Su denuncia sigue estremeciendo desde el encuentro con sus obras, porque los que sufren, no han menguado sino que aumentan y también sus cuitas se derraman en clamores por la equidad en un sistema de vida indolente y materialista.
...