Carta

Si la muerte no fuera el preludio a otra vida, la vida presente sería una burla cruel.

Gandhi

Estimada familia, queridos amigos

Es posible que no tenga las palabras suficientes para describir a la persona noble, sencilla y maravillosa, que fue mi abuelo.

Angelino Victoriano Pazmiño Pazmiño, nace hace 82 años en la Parroquia de Simiatug Provincia de Bolívar allí en medio de un paisaje privilegiado, del aire fresco y el perfume de la naturaleza daría sus primeros pasos y convertido en un hombre conocería a su compañera inseparable de vida. Su esposa Eufemia Freire. Junto con ella prolongaría su amor en 10 hijos Delia, Carlos, Carmita, Ángel Celio, Yolanda, Franklin, Patricia, Pablo, Sonnia y David. Más la vida le tendría preparado otro lugar y después de varios años deciden trasladarse a esta su segunda casa Ambato en donde en medio de los acordes de la Banda Municipal verían nacer a más de una veintena de nietos y sus primeros bisnietos.

Las calles de esta ciudad recuerdan aún el sonido excepcional de su barítono en sus mejores años y de seguro añoran el pausado movimiento de sus pasos en su diario recorrido de los últimos años de su vida.

Recordar a mi abuelito Angelino es recordar su mirada profunda, su frente amplia, sus manos hábiles y creativas, no existía cosa que él no pudiera reparar. Es recordar también a un hombre prudente como pocos, jamás intervino en la vida y las decisiones de nadie, sin embargo fue compañero fiel de los mejores y peores momentos de cada uno de nosotros. Con sus ternos oscuros, su camisa blanca, la corbata y sus zapatos bien lustrados que complementaban su estilo impecable.

Mi abuelo Señores es un gran referente de humildad y transparencia. De sus labios jamás escuché un comentario malsano sobre alguna persona, una ofensa, una broma mal intencionada. Sus palabras jamás eran desperdiciadas. Se daba formas de solucionar los problemas a su modo y prefería no molestar con sus requerimientos a nadie.

Hace un mes concluyó su misión en la Tierra y con él se marcharon sus últimas travesuras y manías. Ya nadie recorre la huerta y el camino ecológico que nos lleva a su casa. No hay quien vea la novela o encienda el radio con la música nacional.

Los partidos del Boca de Lobo se quedaron sin su hincha principal. Sé que si la baraja del Poker pudiera hablar también exclamarían ¿Papá Angelino en dónde está?

Dios lo llamó a su presencia cumpliendo en él su promesa “Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. Angelino Pazmiño, un hijo de Dios, goza ahora de la vida eterna. Desde el Edén prometido continúa saludándonos con una sonrisa, bendiciendo nuestros pasos y protegiéndonos en cada momento.

Él no se ha separado de nosotros ha preferido acompañarnos desde la eternidad en donde de seguro se habrá reunido con sus familiares y amigos. A nosotros quienes tuvimos la dicha de compartir con él algunos momentos, sólo nos resta aplicar en nuestra vida su ejemplo llevar una vida apacible libre de las preocupaciones del mañana. Vivir el día a día con fe. Llevar siempre orgullosos su apellido y contarle a las futuras generaciones el valioso ser humano que fue Angelino Victoriano Pazmiño Pazmiño para que su recuerdo no muera jamás.

Le damos gracias a Dios por habernos regalado todos estos años a su lado y volvemos nuestros ojos a Él para que bendiga las personas e instituciones públicas y privadas que se hicieron presentes y nos acompañaron con sus notas de pesar, publicaciones en prensa, ofrendas florales, llamadas telefónicas, correos electrónicos y que con sus palabras de aliento se solidarizaron con el dolor de nuestra familia.

En nombre de la Familia Pazmiño Freire quiero hacerles llegar

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