Clemencia - Ignasio Solares

Armando Baca Ordoñez136826Literatura universal II

Ignacio Manuel Altamirano

(Ignacio Manuel Altamirano Basilio; Tixtla, Guerreros, 1834 - San Remo, 1893) Escritor mexicano al que se considera padre de la literatura nacional y maestro de la segunda generación romántica. Nacido en el seno de una familia indígena, Altamirano cumple sus catorce años sin hablar todavía castellano, lengua de la cultura oficial, y por lo tanto, sin saber leer ni escribir.

        Inicia precisamente por aquel entonces un proceso de alfabetización que sorprende por su rapidez y consigue, en 1849, una beca para estudiar en el Instituto Literario de Toluca, donde imparte sus enseñanzas Ignacio Ramírez, el Nigromante, intelectual mulato y librepensador, futuro ministro con Porfirio Díaz, cuyo interés por la juventud indígena le convierte en mentor y amigo de Altamirano.

        La influencia de su maestro prende rápidamente en el joven, que pronto va a dar pruebas del doble amor (por sus raíces indígenas y por una cultura que bebe en las ardientes fuentes del romanticismo europeo) que dirigirá y determinará las opciones más relevantes de su vida.

        Estudiante de derecho en el Colegio de San Juan de Letrán, Altamirano se lanza a la palestra política, se alinea con los revolucionarios de Ayutla, combate a los conservadores en la guerra de Reforma, y más tarde, tras ponerse decididamente al lado de los juaristas, es elegido en 1861 diputado al Congreso de la Unión, donde exige que se castigue al enemigo, enarbola el estandarte de la patria libre y, en 1863, lucha contra el imperio de Maximiliano y la invasión francesa, alcanzando, en 1865, el grado de coronel por su participación en las batallas de Tierra Blanca, Cuernavaca y Querétaro.^[1]

Clasificación de personajes

Narrador: El narrador de esta novela se trata del doctor al que Valle le pide como último favor escuchar la historia de su vida.

Personajes principales:

• Enrique Flores: (Principal antagónico)

Perteneciente a una familia de magnifica posición, gallardo, buen mozo, de maneras distinguidas. Era de esos hombres cuyos ojos parecen ejercer desde luego en la persona en quien se fijan un dominio irresistible y grato. Además, y esto es de suponerse, flores era peligroso para las mujeres, era irresistible, y mil relatos de aventuras galantes que revelaban su increíble fortuna en los asuntos del amor, circulaban de boca en boca en el ejército.

• Fernando Valle: (Principal protagónico)

Un muchacho de 25 años, de cuerpo raquítico y endeble; moreno, pero tampoco de ese moreno agradable de los españoles, ni de ese moreno oscuro de los mestizos, sino un color pálido y enfermizo. Tenía los ojos pardos y regulares, nariz un poco aguileña, bigote pequeño y negro, cabellos lacios color negro. Su boca regular tenía a veces un pliegue que daba a su semblante un aire de altivez desdeñosa que ofendía o hacia mal:

“taciturno, siempre sumido en profundas cavilaciones, distraído, metódico, sumiso con sus superiores, aunque traicionaba su aparente humildad en el pliegue altanero de sus labios, severo y riguroso con sus inferiores, económico, laborioso, reservado, frio.”^[2]

• Clemencia: (Principal)

Era blanca, de ojos y cabellos negros y labios de mirto. Una mujer con un misterio y una sensualidad que te va atrapando a lo largo de la historia. “Había un agüero, quien sabe si feliz o desgraciado; y sea que tengamos todos una sibila en el alma que nos  hace presentir la influencia que ejercerá en nuestro destino la persona a quien vemos por primera vez […]”^[3]

• Isabel: (Secundario)

Era una joven hermosa como un ángel. Rubia, de grandes ojos azules, de tez blanca y sonrosada, alta y esbelta como un junco, esta joven era “una aparición celestial”

• Madre de Isabel (aparición)
• Chofer de la familia de Clemencia(aparición)
• Señor R. (aparición)

Trama

Clemencia, Isabel, Enrique y Fernando son los protagonistas de la historia. Esta novela trascurre en su mayoría dentro de la ciudad de Guadalajara, Jalisco. La trama  comienza cuando los comandantes del ejército mexicano Enrique Flores y Fernando Valle entran a una iglesia de la misma ciudad para poder observar detenidamente la belleza femenina. La prima de Valle, Isabel era una chica esbelta y rubia.

 Clemencia, su mejor amiga, tenía el misterio en su cabello, ojos negros. Ahí se encontraban, tan hermosas, notables al frente del altar. Flores era un hombre de 25 años que provenía de una bien posicionada familia. Como acabo de mencionar, era guapo, atento, de buenos modales. Fernando en cambio, físicamente era moreno y muy delgado. Pese a su mal genio y su antipatía, estaba preparado a pelear hasta el final para recobrar el país de las tropas francesas.

        Al terminar la misa, los jóvenes militares esperaron a las bellas señoritas que habían contemplado anteriormente al frente del altar, cuando estas guapas jóvenes pasaron junto a ellos, Valle se quedó pasmado y boquiabierto. La joven rubia y delgada con rostro inocente, era nada más y nada menos que su prima, la misma a la que quería a visitar a Guadalajara ahora que la tropa iba pasando por ahí.

        “En este momento, Valle murmuro al oído de Enrique estas dos palabras:

        -¡Mi prima!

        Enrique sonrió y se contentó con decir entre dientes:

        -¡Deliciosa!”^[4]

        Las dos jóvenes, Clemencia e Isabel, (esta segunda, prima de valle) emprenden un enamoramiento hacia Enrique Flores, el cual a simple vista tenía la apariencia de un guapo europeo. Despreciando al antisocial de Valle simplemente por su aspecto físico, a pesar de también tener grandes virtudes. La joven clemencia es presentada como un personaje ambicioso y manipulador, “coqueta y de cascos ligeros”. Es interesada, consigue lo que quiere sin importar como lo logre. Conforme la lectura avanza me di cuenta de cómo están representadas la altas clases sociales, como un claro ejemplo esta la familia de Clemencia, que es rica y poderosa. Gustando de cumplirse hasta los más pequeños caprichos.

        El autor Ignacio Altamirano me da a entender a Clemencia como una persona que tiene cierta preferencia hacia todo lo extranjero, porque lo considera como superior a lo referente al país y la sitúa a este personaje en la alta sociedad de la época porque para ella y su familia la apariencia física era de suma importancia. Cada página que cambiaba en la novela me hacía sentir cada vez más antipático hacia Clemencia, por su amor al brillo, al lucro antes que al amor. Ya que el autor nos muestra como una sociedad clasista, quería que todo se quedara así como estaba, en lugar de implicarse con los ideales insurgentes que se estaba viviendo en la época.

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