Conceptos básicos De La Evaluación

Evaluar significa valorar algo o alguien, a fin de tomar decisiones que pueden impactar la vida de otros, por lo que la evaluación, más que tener una aplicación crítica, debe ser una práctica ética, analítica y reflexiva, con propósitos bien definidos.

La evaluación es una actividad cotidiana y puede ser informal o formal. Es informal cuando externamos nuestros comentarios sobre el clima, la contaminación, el aumento en los precios, por ejemplo, pero es formal cuando hablamos de la evaluación en la educación. En ese contexto, se requiere que explicitemos los criterios en los que se fundamentan nuestros juicios, pues al no hacerlo se correría el riesgo de que fueran inadecuados e, incluso, se podría afectar a una parte de la sociedad.

Frecuentemente, el concepto de la evaluación se confunde con el de las pruebas. Mientras la evaluación es una parte fundamental del proceso enseñanza-aprendizaje, las pruebas son tan sólo instrumentos que forman parte de la evaluación. La información que se recabe a través de la evaluación puede utilizarse con fines diferentes.

Además de promover a los estudiantes a un siguiente nivel de aprendizaje, la evaluación también puede usarse para observar la efectividad de los cursos, los métodos de enseñanza y los materiales, entre otros. Por lo anterior, la evaluación en el contexto educativo debe ser sistemática y llevarse a acabo de acuerdo con ciertos principios en los que se usen criterios muy bien definidos, tales como qué queremos evaluar, cómo debemos organizar la evaluación, por qué y cuándo queremos hacerlo, y para qué servirá nuestra evaluación.

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