Consideraciones en la elección de carrera. ¿ABOGADO O INGENIERO?

¿ABOGADO O INGENIERO?

¿Quién no recuerda en la prepa cuando en el salón aparecían las psicólogas con un montón de “tests” para ver que carrera íbamos a estudiar? ¿Quien no recuerda el gusto de que el resultado de las pruebas coincidía con la propia intuición o deseo? ¿Quién no recuerda el susto de que la prueba decía abogado cuando yo quería ser ingeniero?

En su momento, tanto coincidencias como disparidades tenían más que ver con un sueño que con una realidad y el papel de los padres no solo era importante sino francamente vital. El papel nuestro aún lo es, quizás hoy más que nunca y ello debido sin duda a la gran cantidad de información que existe, a la gran cantidad de carreras que hay y a la “universalidad, globalización o movilidad” que se requiere de los futuros profesionales. Con mucho cuidado evité en la frase anterior utilizar el término “profesionista”, porque en el se esconde más que en cualquier otro la influencia de los padres.

¿Porqué?

Muy sencillo, porque han sido los padres quienes han concebido, formado  y educado un sueño. Si, el hijo es un sueño que queremos se convierta en realidad. Es este, a veces, un sueño un poco egoísta pues en él, en el hijo, vemos nuestra propia trascendencia. Esta palabrita, al igual que una buena idea, tiene un peso y una fuerza enorme. Gracias a ella somos capaces de hacer lo indecible por nuestros hijos pero también capaces de hacer lo indecible por nosotros mismos, a veces en contra de nuestros hijos. En este último caso, los hijos se han separado un poco de nuestro sueño.

Por ejemplificar, me refiero, por una parte,  al padre que se sacrifica hasta el extremo para darle a su hijo una profesión que le permita tener lo que el “nunca tuvo”, y por otra al padre que le exige al hijo que estudie una carrera de la cual pueda “vivir” y después que estudie otra o lo que quiera y se dedique a lo que le de la gana.

Ambos son extremos y afortunadamente impera más la primera, pero con ello vemos la influencia de los padres en la elección de carrera.

Como padres debemos tomar en cuenta que en toda la escolarización de nuestros hijos hay tres actores que se deben tomar en consideración:

Los Padres (familia),

El Hijo, y

La Institución educativa.

Los padres y el hijo tienen el papel irrenunciable de crear un sueño nuevo lleno de valores, uno en que el hijo sea lo que los padres han soñado desde el comienzo pero con el añadido del propio hijo de tal suerte que siendo de ambos, entre ambos lo nutran y cuiden.

Los padres y la Institución educativa, tienen la responsabilidad de definir la forma en que este sueño habrá de convertirse en realidad, la metodología que se seguirá y los caminos que puedan seguirse.

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