Cosas Inciertas

El microondas no contamina

Existe una creencia arraigada respecto del uso del horno a microondas: muchas personas sostienen que la comida calentada o cocida en este electrodoméstico retiene “radiaciones”. Esta falsa concepción tal vez provenga de una confusión de palabras. Claro que el microondas es una radiación, ¡pero no radiactiva! Las ondas del horno hogareño son electromagnéticas no ionizantes. ¿Qué significa? Que son nada menos que un tipo de “luz”. Cuando se apaga el electrodoméstico, como cuando se apaga una lamparita, la luz deja de estar: no queda en ningún lado. Bueno, sí queda: queda convertida en otra clase de “luz” que llamamos infrarrojo. El calor que la comida caliente emite por estar caliente. Esto pasa tanto si se usa el microondas, si se fríe, se asa o se hierve. Nada más queda aclarar que si bien es el mismo fenómeno de la luz, pero con distintas energías, los físicos se reservan el término “luz” exclusivamente para aquellas frecuencias que detectan los ojos humanos.

No ionizante significa que esa radiación da energía a los átomos pero no afecta a los electrones, como lo hacen las ondas que están más allá de la luz visible (con más energía). Por ejemplo los rayos X. Las microondas se encuentran “más acá” de la luz (menos energía) y no traen esas consecuencias. Claro está que no estamos hablando de exponerse a las microondas directamente, sino de los alimentos o recipientes que lo hicieron. Para protegernos de su efecto directo existe esa malla metálica en el visor del horno que no las deja salir.

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