Crimen Sin Castigo

UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO NACIONAL

Facultad de Psicología

Crimen sin Castigo en el Perú

Ribert Del Carpio Hernández

La vida cotidiana nos envuelve en tragedia ajena, somos grandes conocedores del crimen sin quererlo, es imposible no recoger de los medios de comunicación desazón e impotencia, diariamente nos perforan la mente con noticias de crímenes pues eso “vende”. No importan tanto otras cosas, sin querer vemos la delincuencia como algo normal, pero ¿hasta cuando soportaremos estar impasibles ante esta realidad decadente y sin sentido?

El gobierno ofrece una amplia gama de leyes para todo tipo, estas no prohíben, solo sancionan, y esa sanción puede ser fácilmente llevada por el peor de los delincuentes con ciertos beneficios que la misma ley otorga. Aquí en el Perú la ley se cumple a medias, existe un crimen sin sanción real, pues el delincuente liberado de las cárceles vuelve a la violencia descontrolada y sigue llenando espacios en los periódicos, matando, robando, violando, mientras nosotros pagamos su vida, dentro de las cárceles. La ley deja impunes muchos delitos, es normal en nuestro país que se cometa un crimen sin castigo.

Existen muchos delitos que son sensibles a la población, como el robo con muerte, la violación de menores, el secuestro extorsivo, sin embargo la experiencia demuestra que el recurrir al aumento de penas, y a reducir los beneficios penitenciarios no coadyuva a la reducción de la tasa de criminalidad en este tipo de infracciones.

La razón por la cual no se puede reducir la criminalidad en el Perú, es el no conocer bien las causas que motivan que estos delitos mantengan una presencia constante, simplemente porque no hay estudios de criminología que ayuden al político a tomar decisiones que efectivamente permitan la reducción de la delincuencia. Las propuestas de los líderes políticos, sobretodo en el contexto del cambio de gobierno, siguen promoviendo estrategias que aumenten el endurecimiento de las penas como única vía para frenar la delincuencia.

La población piensa lo mismo, pero esta tiende a confundir el Poder Judicial con otras organizaciones, cuando este solo interviene al final y después de un proceso. Existen por ejemplo delitos contra el patrimonio, como el robo y la extorsión, para los cuales el parlamento ha planteado en algunos momentos la necesidad de eliminar tales faltas patrimoniales por tener además que verificarse que el valor del bien robado sea superior a una remuneración mínima vital, entonces creo yo es menester incorporar en este dominio sanciones mas adecuadas a su dimensión.

Obviamente esto debería de ir vinculado con otras estrategias ¿Quiénes son los que cometen estas infracciones? Normalmente son jóvenes, lo cual determina que su tratamiento penal por mandato de la ley, tenga que ser menos severo.

Pero estos delitos son menores en comparaciones con otros, los llamados crímenes, los cuales deberían tener una sanción aun más fuerte por el daño a terceros que estos causan. Ante esta problemática la población menciona constantemente la pena de muerte como sanción justa y ejemplar, últimamente expuesta para el delito de violación de menores que actualmente tiene como condena la cadena perpetua.

Si se aplicara la pena de muerte en el Perú se tendría que negar el pacto de San José, y seria considerada contraria a los derechos humanos. Las personas encargadas de impartir leyes como esta, no están de acuerdo con tomar dicha medida. Sin embargo la sociedad se ve abrumada de constantes crímenes cometidos por gente que ya cumplió una condena en la cárcel, causando así indignación y no raramente el desprecio a su vida, por lo tanto la muerte como único castigo justo.

Es obvio que el sistema penitenciario actual ha fracasado, el hacinamiento en las cárceles no ha hecho más que agravar la situación

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