ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Cruzando El Bosque


Enviado por   •  13 de Noviembre de 2014  •  1.556 Palabras (7 Páginas)  •  185 Visitas

Página 1 de 7

Cruzando el bosque

Todos crecimos escuchando las historias de los cuentos de hadas, toda niña habrá soñado ser como Cenicienta o Blanca Nieves, siempre bellas, ingenuas e inocente, rescatadas por el príncipe azul. Todas querían ser princesas de cuentos pero ¿alguna quiso ser como Caperucita Roja? la dulce niña que se interna en el bosque y luego es comida por un lobo hambriento. Pero ¿a quien se le ocurriría atravesar un bosque peligroso sabiendo que una bestia feroz anda suelta? ¿A quién se le ocurriría sobre todo, hacer amistad con el lobo y decirle donde vive su abuelita amada? Una de dos, o esa persona ignora el peligro o cree que nada le pasara. A veces, las niñas inocentes no creen que hay malos que las pueden dañar y se deja engañar y después… devorar. A diferencia del cuento tradicional, las reescrituras de este famoso cuento, presentan una Caperucita menos ingenua e inocente, que no se deja engañar tan fácilmente por el lobo y que es capaz de defenderse por sí sola, sin la ayuda de nadie más.

Cuando hablamos de inocente entendemos que es alguien si malicia y por ende alguien que no cree o que ignora que haya personas malas. Caperucita Roja de los Hermanos Grimm, nos habla de una niña con esta característica, una niña ingenua que no reconoce el mal en el personaje del lobo y si eso sucede, tampoco reconoce el peligro. El cuento dice: “Caperucita no sabía que esa criatura pudiera hacer algún daño, no tengo ningún temor hacia el” incluso la ingenua niña lo llamo como “amable lobo”, pobrecita, no sabía lo que le esperaba por ser tan amistosa con la bestia. ¿Qué paso acá? ¿Acaso la niña era muy valiente? No, era muy cándida y no atisbaba el peligro que corría. Pero no conforme con eso el cuento nos dice que Caperucita le conto al lobo, que ya se le hacía agua la boca, que le llevaba a su abuelita enferma una canasta con comida y el lobo ni lerdo ni perezoso, aprovecho y le pregunto dónde vivía la dulce abuelita y Caperucita le dijo con lujo de detalle cómo y dónde vivía la anciana. Y eso fue todo lo que el lobo necesitaba para tener una cena con entrada y plato principal, que en este caso iba a ser la niña. El lobo feroz muy astuto le recordó las hermosas flores que había en el camino, el canto de los pájaros y la pobrecita cayo, engañadisima. Y sí, todo era muy hermoso ¿Cómo se iba a perder de corta las bellas flores y de escuchar a la naturaleza que se revelaba a través del canto de los pájaros? El bosque estaba plagado de belleza y entretenimiento y ella no se lo quería perder. Acá vemos como la niña es engañada y seducida por el lobo según Bettelhein que explica que Caperucita encuentra atractivo el mundo exterior y no le teme y cuando el lobo le dice: “mira que flores mas bonitas hay por aquí ¿Por qué no te fijas en las cosas bellas que hay a tu alrededor?”. Caperucita cae en el engaño porque a ella le agrada y encuentra seductor todo eso, de hecho cuando el lobo la deja ella comienza a cortar flores a distraerse con todo lo que ve dándole lugar al principio del placer, esto es hacer lo que a uno le gusta, le da placer olvidando el principio de realidad que es todo aquello que uno debe hacer. Caperucita escucho las palabras cautivadoras del lobo y se dejó llevar olvidando que su responsabilidad era visitar a su abuelita que estaba enferma en la casa y llevarle la canasta. Vemos que Caperucita cayó bajo el engaño, no vio el peligro. Cuando luego llega a la casa de la abuela ya es tarde para la anciana, y vemos que Caperucita que si bien nota algo extraño, no advierte el peligro que corre y cuando el lobo la ataca es incapaz de defenderse y es devorada. No puede defenderse sola, tiene que llegar el leñador para poder rescatarla. Claro que Caperucita es una niña y tanto a las niñas como a los niños hay que cuidarlos y defenderlos de la maldad porque a cierta edad, no tienen las armas para enfrentar ciertas situaciones. Para Caperucita ha llegado el momento de salir al exterior y de enfrentar la vida, pero todavía no sabe cómo ya que hasta ahora estuvo cuidada y resguardada por su madre. Es una niña que es seducida por el placer y por el deseo de hacer lo que ella quiere olvidando sus obligaciones, cosa que es muy común en los niños pequeños.

Sin embargo en la reescritura de Ángela Carter “Licantropía”

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (8.5 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com