Cyberbullying

Hoy en día la tecnología se desarrolla a una velocidad impresionante trayendo consigo cambios importantes tanto a nivel individual como colectivo, tal y como podemos observarlo en las nuevas generaciones que crecen rodeadas de los avances científicos y comodidades de nuestra época.

Este desarrollo de nuevas habilidades y costumbres presentadas por nuestros niños, niñas y adolescentes ha rebasado en gran parte lo establecido hasta el momento, ya que la evolución de nuestra sociedad ha dado pasos tan grandes que aún no ha sido alcanzada por nuestro marco normativo, con la finalidad de que este último pudo regularlo y garantizar con esto una convivencia armónica.

La interacción humana no resulta ajena a esta problemática, puesto que la tecnología en manos equivocadas podría resultar sumamente peligrosa, ya que si bien es cierto que el acoso entre menores no es algo nuevo, el ciberbullying se ha convertido en un tema preocupante porque cada vez se presenta con más frecuencia, situación propiciada por el fácil acceso y poca cultura en cuanto a su uso que algunos menores tienen respecto a la tecnología.

Bajo esta tesitura, tenemos presente la necesidad de normar lo anterior, ya que el ciberbullying es en especial alarmante, debido al anonimato, viralidad y constancia que los medios electrónicos proporcionan para tal fin.

El presente trabajo tiene como objetivo primordial crear conciencia de los alcances del ciberbullying, entender a grosso modo su origen así como proponer una posible solución integral, es decir, que abarque no solo aspectos legales, sino también culturales y educativos, todo esto debido a que entendemos el dinamismo social y su necesidad regulatoria, por nuestros niños y niñas… por su futuro.

CAPITULO I

HISTORIA DEL CYBERBULLYING

Dan Olweus define por primera vez en 1978 los términos anglosajones de bully (autor de la acción, el significado literal de la palabra inglesa significa agresor o matón) y bullying (acción de agredir): “La victimización o maltrato por abuso entre iguales es una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza el alumno o alumna contra otro al que elige como víctima en repetidos ataques

Si bien la aparición de la cibertecnologías ha brindado nuevos espacios en los que los niños y los adolescentes pueden acosarse unos a otros, el fenómeno del acoso escolar no es nada nuevo. Con el objeto de comprender mejor, es importante clarificar los diversos factores que intervienen en las formas tradicionales del acoso escolar, además de cuáles serían las mejores medidas que disponemos para prevenir y actuar en estos casos.

Por cyberbullying se entiende cualquiera de las posibilidades de uso de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación para hostigar con ensañamiento a su víctima.

Belsey define el cyberbullying como el uso de algunas tecnologías como el correo electrónico, los mensajes del teléfono móvil, la mensajería instantánea, los sitios personales vejatorios y el comportamiento personal en línea difamatorio, de un individuo o un grupo, que deliberadamente y de forma repetitiva y hostil pretende dañar a otra (Belsey 2005)

Las herramientas disponibles en internet ayudan a la programación de este comportamiento favoreciendo el anonimato del agresor, convirtiéndolo si cabe, el acoso escolar en red, en algo más dañino que la agresión cara a cara. Podemos afirmar que el acoso escolar “tecnologizado” compartan las características propias del bullying:

Es intencionado, se establece una relación asistemática de control y poder sobre otro, es repetitivo o continuado; pero también presenta las características particulares que lo diferencian de otras formas de acoso presencial y directo.

No se puede calificar de acoso escolar o bullying situaciones en las que un alumno o alumna se mete con otro de forma amistosa o como un juego. Tampoco cuando dos estudiantes a un mismo nivel discuten, tienen una disputa o se pelean. Los elementos presentes en el acoso escolar o bullying son:

• Deseo inicial obsesivo y no inhibido de infligir daño, dirigido contra alguien indefenso/a

• El deseo se materializa en una acción

• Alguien resulta dañado/a. la intensidad y la gravedad del daño depende de la vulnerabilidad de las personas dañadas

• El maltrato se dirige contra alguien menos poderoso/a bien sea porque existe desigualdad física o sicológica entre víctimas y actores o bien porque estos últimos actúan en grupo

• El maltrato carece de justificación

• Tiene lugar de modo reiterado. Esta expectativa de repetición interminable por parte de la víctima es lo que le da su naturaleza opresiva y temible

• Se produce con placer manifiesto. El agresor/a disfruta con la sumisión de la persona más débil

“Lo que hace que el acoso electrónico sea tan peligroso es que cualquiera pueda hacerlo sin necesidad de tener que enfrentarse a la víctima. No hace falta ser fuerte ni rápido basta con tener un teléfono móvil o un ordenador y ganas de aterrorizar. (King, 2006)”

CAPITULO II

SUJETOS ACTIVOS Y PASIVOS DEL CYBERBULLYING

A la hora de realizar la figura del agresor Olweus establece tres perfiles principales:

El activo: es el que establece una relación directa con la víctima en cuestión agrediéndola de forma personal. Este tipo suele ser el más frecuentemente estudiado, si bien, estadísticamente, es el grupo menos numeroso.

El sujeto indirecto: se trata del agresor que dirige de forma encubierta a sus seguidores los que induce a comportarse de forma violenta con otros sujetos (víctima). Este tipo es mucho más difícil de identificar ya que su perfil no suele ser de agresor y su actividad no suele ser claramente perceptible.

El pasivo: se trata del sujeto que no participa directamente en la acción violenta, pero que apoya al agresor (siendo su seguidor o secuaz). Este grupo suele ser el más numeroso, si bien su conducta no ha sido tan analizada como la del agresor activo, a pesar de que una gran parte de la responsabilidad del activo violento recae sobre ellos.

Víctima: es el menor que sobrelleva el papel que le ha asignado el grupo de agresores dominante de un grupo social y que sistemáticamente es mofado, insultado, humillado y puesto en ridículo delante de todos sus compañeros que comparte esa situación de forma tácita.

...