Código De ética Para Administradores

Introducción

Cada época, ha desarrollado una ética individual y social definida, según haya sido su enfoque sobre el hombre, de sus valores. En la ética está comprendida la educación, las convicciones profundas, los hábitos sociales y los códigos morales que se van encargando de enraizar y fortalecer una determinada forma de actuar. La necesidad de tener un código, nace de la aplicación de las normas generales de conducta a la práctica diaria. Puesto que todos los actos humanos son regidos por la ética, también las reglas escritas deben ser de aplicación general.

Con el objetivo de establecer nuevas premisas para elevar el nivel profesional de los estudiantes de la administración y establecer normas de actuación profesional, para lograr la máxima productividad y competitividad, entendiendo por esto “Ser y hacer mejor”. La Administración, como profesión, es ciencia de la organización, técnica de la eficiencia y eficacia promoviendo la mejora continua.

Como todo instrumento originado en el devenir humano, dicho código tuvo que ser ajustado a las necesidades y condiciones cambiantes de los tiempos. Un código de ética profesional, no solo sirve de guía a la acción moral, también mediante él, la profesión declara su intención de cumplir con la sociedad.

Al elaborar el presente código de ética para administradores, se ha reconocido la existencia de varios principios aplicables directamente a nuestra profesión. De ahí que cualquier tipo de profesión debe ser eficiente y éticamente de acuerdo con su tiempo, por lo cual se señalan las normas que dirigirán al profesional de la administración.

Bibliografía recomendada

• ¿Qué es eso de ética profesional?, de Juan Manuel Silva Camarena.

• Consideraciones teóricas acerca de la ética profesional, de Ana Hirsch Adler.

• Elementos significativos de la ética profesional, de Ana Hirsch Adler.

• El aspecto ético de la empresa: tres temas fundamentales, de Jacob Buganza.

Código de ética

Actuar correctamente velando por el beneficio de la sociedad y/o de la empresa en la que se labore.

El renunciar a sus intereses personales, cualesquiera que estos sean, y ponerse al servicio de los intereses de la profesión. (Silva, 2002, p. 5)

Los códigos existentes solo nos orientan de la mejor manera para la toma de decisiones pero uno es el que decide llevarlo a cabo o no; por lo tanto somos responsables de las consecuencias que conlleve nuestra decisión.

Se es por esencia libre, consciente y responsable de las consecuencias, independientemente de las buenas intenciones. (pág. 7)

Consiste en hacer bien hecho nuestro quehacer o profesión.

Calidad moral en nuestro trabajo. (pág. 7)

Cumplir con nuestra labor a pesar de las circunstancias que pudieran presentarse, sin caer en la utilización de pretextos para justificar el probable incumplimiento.

Responsabilidad ante la imposibilidad de apelar a un pretexto (Pág. 10)

Respetar los derechos, así como las objeciones que se pudieran presentar en los usuarios y solucionarlos de la mejor manera.

Las consideraciones éticas que tienen que ver con el respeto de los derechos, intereses y puntos de vista de los usuarios y los clientes de los servicios profesionales, así como las obligaciones que cada profesional contrae con el colectivo profesional del que forma parte. (Hirsch, 2004, p. 45)

Conocer con certeza las funciones que tiene que llevar a cabo.

Logrando esto por medio de la competencia profesional y expectativas de una conducta correcta que por cuestiones natas deben llevar consigo y conseguir así que las personas sepan realmente lo que su profesión los demanda. (Pág. 45)

Apoyarse entre compañeros en labores cotidianas para realizar un trabajo en equipo exitoso.

Desarrollar habilidades humanas y sociales para el trabajo en grupo y para la innovación. (Pág. 46)

Saber elegir la mejor opción.

Requiere que las personas tengan los conocimientos, destrezas y aptitudes para prestar un servicio. Exige que tengan la capacidad de resolver problemas propios del trabajo. En ella radica la autoridad profesional y valor social. (Pág. 49)

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