DEBATE SOBRE SUSTENTABILIDAD

Allier Martínez- El debate sobre la sustentabilidad

El concepto de sustentabilidad (o sostenibilidad)

La economía ecológica se preocupa por la equidad intergeneracional, por los efectos que la actividad económica tiene sobre el medio natural y por las consecuencias que ello tendrá para el futuro. Así, la economía se caracterizaría por la sustentabilidad. Esta consiste en satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.

La idea central es la de mantener el “patrimonio natural”. De entrada aparece una primera objeción: si se tratase de mantener el patrimonio natural en todos sus elementos, cualquier uso de recursos no renovables, por más pequeño que sea, sería incompatible con la sustentabilidad. Georgescu-Roegen explicó que si la actividad económica humana degrada recursos de baja entropía (combustibles fósiles o materiales) existirá un límite a la capacidad de sustentación y a la vida humana total que la tierra pueda mantener.

La sustentabilidad es una cuestión de grado y perspectiva temporal. En sentido estricto, solo una economía basada en fuentes energéticas renovables y en los ciclos cerrados de la materia, puede potencialmente ser sostenible de manera indefinida (sin considerar que inclusive un día la energía solar dejará de fluir). Dicho tipo de economía corresponde a las sociedades de cazadores-recolectores y economías agrícolas tradicionales, esquema ya improbable.

Este autor destaca el uso entrópico de la materia, exponiendo que se utilizan materiales que, al menos en parte, acaban como residuos más dispersos que en las fuentes originales, realidad que entra en contradicción con la propia idea de sustentabilidad.

La energía y la baja entropía asociada que recibimos del sol ofrecen un potencial creativo para la construcción de estructuras cada vez más complejas. La economía como un todo debería ser considerado como un sistema abierto.

Pensemos en definir criterios prácticos de sustentabilidad…

En primer lugar, el patrimonio natural es el proveedor de recursos de las actividades económicas. Los recursos renovables, aunque potencialmente agotables, pueden utilizarse sosteniblemente si se considera el ritmo de su renovación. Pero esto no resuelve cuál es el stock óptimo de recurso y el problema del nivel de agregación y espacial de referencia.

En cuanto a los recursos no renovables, inutilizarlos no cumpliría el principio de equidad intergeneracional: no usar un recurso que tampoco se podrá utilizar en el futuro, no ayuda en nada a las generaciones futuras.

Lo único sostenible sería preparar la transición hacia fuentes energéticas sostenibles.

Respecto al reciclaje, es importante darse cuenta de dos cosas. La primera es que normalmente (cuando no es resultado de los ciclos “naturales” de la biosfera) implica gasto energético.

En segundo lugar, en una teórica situación de reciclaje de recursos materiales al 100%, la dotación finita de dichos recursos pondría un límite al crecimiento indefinido de su uso (aunque no a la sustentabilidad de una economía estacionaria). El reciclaje total alarga la vida del recurso al doble, pero no evita un insostenible crecimiento exponencial de la extracción del recurso.

La absorción de residuos es otra de las funciones ambientales básicas de la biosfera. Sin embargo, no hay que descargarlos a una tasa mayor a la capacidad de asimilación de la biosfera. A este respecto, es muy difícil establecer cuál sería el nivel de emisiones de CO2, por ejemplo, compatible con la idea de sustentabilidad. No obstante, es necesario fijar objetivos ambientales concretos.

En este contexto, es útil la distinción entre recursos asimilables –reciclables mediante los ciclos biogeoquímicos- y acumulativos. En sentido

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