Diles Que No Me Maten

DILES QUE NO ME MATEN

Se trata de un cuento de mediados del siglo XIX, en el cual se hacen presentes el miedo, el dolor, la venganza y el asesinato.

EL asesinato de Lupe terrenos es lo que causa que Juvencio tenga que escapar y que lo busquen para encarcelarlo y matarlo y esto a la vez es provocado por que Lupe mató a uno de sus novillos debido a que Juvencio le robaba la comida a Lupe para alimentar a los novillos por que debido a la sequía su terreno no producía para darles de comer. Y es así como empieza todo la problemática

La historia comienza con un hombre, Juvencio Nava, suplicando por su vida diciendo: ¡Diles que no me maten, Justino! es un diálogo entre Juvencio nava quien se encuentra encarcelado y condenado a muerte y su hijo Justino donde Juvencio le suplica a su hijo que vaya a convencer a los guardias de que no lo maten. Juvencio comienza a contar su toda su historia, el motivo por el que está allí.

El problema se remonta cuando, en tiempo de sequías, los animales de Juvencio; se comenzaban a morir de hambre, y el único lugar de donde podían comer, era el terreno que pertenecía a Don Lupe, que además era su compadre pero éste no le permitía entrar. Don Lupe no estaba de acuerdo con que se aprovecharan de él y siempre trataba de evitar que las vacas de Juvencio pasaran a su terreno

Por eso, desesperado, Juvencio rompía la cerca de Don Lupe todas las noches para llevar a sus animales a pastar. Después de varias advertencias, un día Don Lupe, enojado, le mata un novillo y la respuesta de Juvencio no se hace esperar: desata toda su furia contra su amigo y Juvencio por venganza mato a su compadre Don Lupe quien tenía solo dos hijos. Poco tiempo después la viuda de Don Lupe murió, al parecer de pena, y dejo a sus dos hijos de apenas 5 años el mayor, huérfanos, así que fueron llevados a la ciudad con alguna familia para que los cuidaran

Luego Juvencio en su intento de salir libre hiso muchas cosas para que no lo encarcelaran y lo mataran: Al principio dio en prenda sus animales, sobornó al juez, embargo su casa para pagar su fianza, etc. mas sin embargo, no le sirvió de nada; perdió su terrenito, se escondió en otro pueblo, y a lo largo de los años, su mujer terminó abandonándolo. No la buscó, ni siquiera quiso averiguar con quien o a donde se fue porque tenía miedo de que lo encontraran, prefería seguir escondido y salvar su vida. Se quedó solo con su hijo Justino. Éste creció y se casó. Huyó durante mucho tiempo escondido para no pagar por su crimen escondiéndose con su hijo Justino quien tenía una esposa y ocho hijos en palo de venado otro terreno que Juvencio tenia pasaron 35 años . ¡ Diles que no me maten! Le repetía una y otra vez a su hijo, y le pedía, casi exigía, que abogara por él. Pero Justino ya no deseaba interceder, porque temía que lo juzgaran por lo que hizo su padre y ahora debía proteger a su familia, que era numerosa.

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