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Discurso de alabanza


Enviado por   •  17 de Agosto de 2015  •  Apuntes  •  679 Palabras (3 Páginas)  •  4.344 Visitas

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Un adiós que no termina

Discurso de alabanza

Por Jasmine Bernal

Es un honor presentarles, este discurso que he escrito a una persona que marco mi vida,  que me forjo, que me instruyo por el buen camino y me alentó a lo que hoy en día soy.

Soy testigo del arduo trabajo que empeñaba esta persona día con día, de sus logros y fortalezas, me refiero a una de las más inminentes figuras de mi vida, alguien que antes de que yo pudiera  pisar la tierra por primera vez, ella ya comenzaba a escribir mi propia historia, y sin ella yo este día no podría estar frente a ustedes, me refiero a mi madre.

Principiando mi rol de laudadora pido disculpas a todos los presentes y a todo aquel que pueda oírme, ya que otros tantos lo hubiesen hecho mejor que yo.  Al igual que le pido disculpas a mi madre, por expresarle hoy palabras de alabanza, elogio y ovación ya que sin merecimiento alguno, me he encomendado este rol.

Es una de las figuras más influyentes en mi trayectoria, por ahora no se encuentra conmigo por asares y circunstancias ajenas a mí, pero aspiro a verla, abrazarla y preguntarle, ¿Un cómo has estado?, ¿Cómo te va?, ¿Qué has hecho?

El que no esté cerca de mí, no deshace el vínculo de madre a hija, y de hija a madre, y mucho menos se borra su figura en mi mente, ¿o ustedes que piensan?

Ella no me enseño cosas bonitas, ella me repetía que la vida era dura, y me enseñaba a vivirla muy a su estilo, muy a su manera.

Seria engañarles a todos ustedes y mentirme a mí misma diciendo que era la mejor madre del mundo, ya que eso es rotunda falacia y herida que no convence.

Y entonces, ¿Quién era mi madre?, ¿Quién era esa figura de la que tanto hablo y de la que no he dicho mucho?, ¿Quién es esa mujer, que con una palmada en la espalda me decía todo está bien, cuando las cosas decían todo lo contrario?

Es una mujer que lucha con fervor y ahínco todo lo que se propone, que cuando decide ayudar, su solidaridad puede rebasar fronteras y cuando quiere destruirte no hace falta que diga algo ya que con su sola mirada te está diciendo todo.

Su baja estatura, su cabello cubriendo parte de su rostro, sus ojos detrás de esos anteojos, es así como su cuerpo se manifiesta en mi pensamiento, es así como recuerdo a mi madre, y con su imagen hago dicha la palabra.

Aprendí de ella a reírme de mis errores,  me decía cosas, que en su momento no sabía la razón ni materia de ellas, pero me doy cuenta  que me enseño cosas, que en algún momento fueron errores que ella cometió y no quería que yo también cayera en ellos.

Firmemente y sin miedo a equivocarme puedo decirles, mi madre me instruyo, a la vida, a los peligros que cotidianamente enfrento en ella, y me enseño a cómo  vivirla.

No hace falta que mi madre este aquí presente para que ustedes la conozcan, ya que en todo mi cuerpo descansa parte y semejanza de ella, en mis gestos, en mis palabras, en la esencia misma de lo que yo soy, de lo que ustedes mismos ahora pueden ver.

 Aunque no viva a mi lado, ella está conmigo. Y aunque en algún momento de mi boca emano un adiós, ese adiós no termina, porque sé que en el momento que yo quiera y lo desee me puedo parar, dirigirme hacia ella y decirle con un abrazo lo grande que ella es y todo lo que representa para mí.

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