Donde Estás

Ansioso por encontrarte,

salgo a buscarte,

busco en todos lados,

solo veo desconocidos.

La tarde es triste y fría,

tengo miedo de perderme,

vergonsoza cobardía,

no me deja defenderme.

Tantos años esperando

pero aún sigo anhelando

el momento tan preciado

en que estaré a tu lado.

Si te busco y no te encuentro

¿busco mal?,

esta busqueda incipiente

¿está de mas?.

Con el alma en harapos

ya no encuentro descanso

no te miro, no te siento

¿donde estás?

En mi búsqueda infructuosa

he leido verso y prosa

y aunque te leo, nada siento,

Tú no estás.

En la prosa dices cosas,

¿por qué no me hablas?.

En los versos cantas

¡pero ahí no estás!.

Cada palabra he aprendido,

hasta soberbio me he convertdo,

pero nunca he sabido,

eso que tanto he querido.

Con dinero me divierto

y mi cuerpo se alimenta,

pero mi alma está hambrienta

ya la siento casi muerta.

Si te busco y no te encuentro

¿donde estás?

Si te leo y no te siento

¿es normal?.

Amargado y engordado,

quiero estar pronto a tu lado

todo es vano no he logrado,

ni una oportunidad.

Mientras te busco, veo a mi lado

otro desconocido quizá enfermo

giro de pronto,

no me distraigo y camino.

Digo palabras cortantes,

ando herrante;

te ando buscando,

y vivo ansioso por enfrentarte.

¿por qué te escondes?, estoy orante,

tocan mi puerta y atiendo

- vendo productos -,

entiendo, ¡siga adelante!.

Sigues distante,

me pienso:

todo lo hago, te atiendo,

tengo feliz a lo mio.

Suena el teléfono,

enfuresco.

Malas noticias,

dice un empleado.

Me hierve el alma, le grito.

¿Crees que soy tonto?, le digo.

Ni me lo pienso,

sin motivo lo despido.

¿Donde te has hido?

te digo,

¿Acaso no vés, mi frustración ni mi hiel?.

¡Quiero estar sereno!.

Si te busco y no te encuentro,

¿a donde voy?,

Si te leo y no te siento,

¿muerto estoy?.

Pasan los años y sigo

absorto siempre en lo mío,

pero buscandote siempre

aunque cada ves más hundido.

Miro una foto, ya vieja;

detrás de mí hay una pareja,

ella sentada en su silla de ruedas

muy alegre sonreía.

¿Como podia sonreir?,

más bien debía ser infeliz,

pero de pronto noté,

que quien la empujaba, se veía felíz.

Es en esa ayuda tal ves

donde cercano te ves,

si tiendo mi mano podré

¿acaso alguna ves entender?

Si te busco y no te encuentro

¿aún estás?

Si te atiendo y no te miro

¿me esperarás?

Ojalá que no sea tarde,

ya no saldré a buscarte,

porque para encontrarte,

debo dejar de ignorarte.

Ya no miro al cielo,

miro a la gente.

¡Ahí estás!

Y sé que ahí me esperas.

...