EL GRAN POETA

Como estudiantes universitarios y a distancia, deberíamos ser los pioneros en tener éste buen hábito, el de la lectura, más aún porque esa es nuestra fuente de estudio y nuestro medio de autoeducarnos.

La lectura es el acto menos practicado en nuestra sociedad, resulta difícil que las personas tomen un periódico o libro y lo lean correctamente, es decir; sin centrarse en los gráficos, crónicas rojas, horóscopo y temas de diversión. Un problema que debe ser tratado con profundidad y enorme perseverancia, puesto que, resulta complicado cambiar los malos hábitos que se sostiene al leer. Sería más fácil si dicho tema fuese tratado desde la educación primaria con gran paciencia y material adecuado, acorde a la edad del lector, sin presionar ni obligar al alumno para que ame la lectura, puesto que, la pasión lectora no nace sola, requiere de perseverancia y avance progresivo acompañado indispensablemente de hábitos que deben ser adquiridos naturalmente por el lector.

El estudiante universitario, con mayor razón; al encontrarse dentro de un entorno que exige componentes con amplios conocimientos en el ámbito práctico y teórico, requiere de inteligencia, tanto de pensamiento, como de palabra, virtudes que se adquieren al leer. El estudiante universitario que no es capaz de adentrarse en el éxtasis de la verdadera lectura, no puede desenvolverse dentro de su carrera y defender sus intereses y pensamientos. Nuestra sociedad se encuentra en constante cambio y requiere que todas las personas que la conforman sepan a profundidad los temas que a diario se trata, en diferentes ámbitos para de esta manera sentirse capaces y confiados al expresar su punto de vista, sin caer en engaños y conservando gran seguridad al desenvolver un determinado tema.

A más de llenarnos de conocimientos intelectuales, la lectura nos ayuda a crecer como personas, incrementando nuestros valores emocionales y dejándonos grandes mensajes de vida. Si hemos leído un libro con gran concentración y deleite podremos sentirnos gozosos por la gran cantidad de beneficios que hemos recibido. El encuentro con una lectura debe ser agradable, puesto que esto hará que le encontremos el sentido y el agrado por éste buen hábito.

Pues a la lectura no se le debe ver como una obligación, sino como una costumbre o un buen hábito no solo con el fin de captar las diferentes materias, sino también por salud mental y por enriquecimiento literal y lingüístico, tener un mejor vocabulario y un excelente dialecto.

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