EL LAGO. “Lo profundo de un corazón.”

EL LAGO.

“Lo profundo de un corazón.”

Nos conocimos gracias a una amiga e común, nos gustaba ir al lago y hablar por horas, juntos el tiempo pasaba tan rápido en ese entonces, cuando llovía nos encantaba cantar y saltar en los pequeños charcos que se formaban alrededor del lago, todo se terminaba cuando llegaba la hora de regresar a casa. Él supo llegar a mí, como nadie lo había hecho, escucho mis problemas, seco las pequeñas gotas de agua que algún día salieron de mis ojos, llego a conocer hasta mis más profundos miedos, legamos a ser tan unidos que nos “enamoramos”, no sé si sea la palabra correcta simplemente éramos unos niños tontos pero algo falta en esta historia, si la parte en la que todo cambia pelean y se alejan, pasó… nos alejamos y todo cambio, el lago en el que veía nuestros reflejos no volvió a saber de él,  no sé cuánto tiempo paso antes de que volviéramos a hablar pero para mí fueron eternidades… él encontró otra chica que quizá logro llenar lo que yo no. Nuevamente en el lago se vio su rostro aunque estaba vez el rostro que estaba junto a él no era el mío, quizá en la profundidad del lago me quede al ver si reflejo o por lo menos eso sentí, ya no se veía tan tímido como cuando lo conocí y unto a ella se veía perfecto, feliz… quizá en ese momento el lago quiso volver tanto a mí que por mis mejillas cayeron pequeñas gotas de agua, en ese momento solo sentí llegar a la profundidad del lago, de aquel lago que un día nos vio juntos tal cual como ellos estaban.

Después de un tiempo volvimos a hablar, no me resistí mas tenía que contarle todo, mi corazón se estaba ahogando en ese lago y ya no podía contra él, el agua me había consumido toda y cada noche era más fuerte, poco a poco él también me conto sobre sus cosas y de sus marquillas en sus muñecas, después de todo si yo estaba en la profundidad del lago Èl estaba enterrado en la arena del fondo o por lo menos eso me hizo creer, pasamos tanto tiempo junto a él que me propuse desenterrarlo para que pudiera nadar hasta la superficie y tan inevitable fue que volví a caer en sus ojos, esos grades ojos poco húmedos que mostraban tanto dolor y amor represado; el lago pronto nos volvió a ver juntos, un poco mojados por tanto daño, es casi como si estuviéramos en la superficie flotando.

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