EL ORDENAMIENTO TERRITORIAL O UTOPIA TERRITORIAL

EL ORDENAMIENTO TERRITORIAL O UTOPIA TERRITORIAL?

Es claro que todos los elementos creados en sentido positivo, por el ser humano se dirigen a establecer calidad de vida de este o en ejecutar de forma eficiente sus acciones para el menor consumo de recursos o para el mayor logro de satisfacción ya sea personal o comunitaria.

En este sentido desde la perspectiva de construcción de territorio, la elaboración de los diferentes planes asociados, tales como los de Desarrollo, Gestión de Riesgo, Ambiental, Ordenamiento, entre otros se dirigen a mejorar directamente cómo nos desarrollamos dentro de nuestro espacio, pero en la medida que dicha planeación no se haga bajo una estrategia auto dinámica, y deba siempre ser manipulada para que se ejecute o avance, los cambios de conductores implicaran un detención de este proceso y una nueva partida desde la inercia del estado anterior, lo que lo retardara su efecto y por tanto sus logros.

Esto ha hecho que los Planes específicamente de Ordenamiento Territorial no cumplan con su objetivo en muchos casos por no decir en la mayoría. Hoy después de la expedición de la ley 388 de 1997, 16 años después, todavía se presentan inundaciones en sitios poblados, aún existan comunidades cuyo proceso agrario solo se limite a las fase iniciales (siembra y cosecha), que es la de menor adquisición en las rentabilidad financiera, los efectos ambientales de procesos productivos no se mitigan y causan grandes impactos, existen comunidades sin alguna perspectiva real para su desarrollo, centros educativos con pocos o ningún recurso, pobreza, marginalidad, etc. Es decir sin Organización Social ni de su Territorio.

Qua ha pasado, que hemos construido planes donde los actores, los recursos y los escenarios son Utópicos, pero no ideales por perfectos sino ideales al ser dirigidos a otro tipo de población, porque se han diseñado fuera de contexto y su auto dinámica es nula. Esto implica en este estado que los Planes actuales deban ser moldeados y ajustados con la visión real de a quienes va dirigido, en el sentido de señalar que es y cómo deseo sea el espacio donde me y se desarrollara los míos, mis vecinos. Y si, la redacción debe ser en primera persona, donde el YO y el NOSOTROS construyendo espacio adaptado a nuestras necesidades, es lo más importante.

El primer territorio a ordenar es mi casa y tal como esta sea, en el conocer quienes viven en ella, cuales son los recurso disponibles, cuál es su organización y dirigida a que, podrá generar al agruparse con sus vecinos de territorio, el aporte necesario desde nuestro punto de vista para la construcción del territorio deseado.

Pero es posible que nuestros deseos se conviertan en acciones caóticas porque nuestro conocimiento de los recursos disponibles no sea el mejor, o porque el territorio no pueda ser moldeado hacia la visión expresada. Es ahí, donde entra en juego el rigor científico y los profesionales especializados podrán complementar con su experticia la toma de decisiones.

Los pobladores deben ser constructores de su presente dinámico, para su beneficio directo y de paso para la población creciente. Por lo cual los planes de Ordenamiento deben disponer del territorio y mirar hacia quienes pueden hacer uso de los recursos ofertados. Pero lo más importante es que deben ser transparente para quienes les corresponde implementarlo y pueda ser retomado desde cualquiera de sus fase sin tener que darle reinicio, para efecto de que evolucione y no solo se actualice. De hecho para un territorio específico aunque sea dinámico su uso, su base ofertada siempre será la misma. Por ejemplo la disponibilidad de la tierra para la agricultura no cambiara pero la dinámica de uso hoy puede cambiar de siembra de amapola a siembra de cacao, produciéndose efectos económicos y de estabilidad del desarrollo completamente opuesto a los existentes.

En fin el éxito

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