El Angelus Arquitectonico

El Angelus de Millet

La pintura de Millet muestra una pareja de campesinos que, a primera vista está rezando

a la hora del Ángelus. La luz crepuscular baña toda la composición y proporciona cierta atmósfera de misterio, y tristeza a la pintura.

El Angelus arquitectónico de Millet

La escena, desde luego, no es demasiado habitual y quizá por ello Salvador Dalí creyó que la pintura poseía un significado oculto que había algo más que las imágenes; que él creyó desvelar gracias a la invención y desarrollo del llamado "método paranoico-crítico".

Una reproducción del cuadro de Millet colgaba en el pasillo de la escuela de Figueres (maristas) a la que Dalí asistió de niño. Esta obra de arte se convirtió en el objeto fundamental del desarrollo de su método apareciendo a lo largo de su producción artística.

Cuentan que cuando el pintor catalán veía ‘El Ángelus’ se sentía invadido por una sensación extraña al punto de obsesionarse con el cuadro. Dalí afirmaba ver más cosas en la composición. Luego, por conversaciones que mantuvo con un amigo de Millet, supo que el artista francés tapó el ataúd de un niño porque había caído en la cuenta que no sería del gusto de las nuevas modas parisinas, llegando a obtener que el museo de Louvre tomara una radiografía en la cual se observaría un objeto oculto (el ataúd del niño).

Para el artista plástico catalán, el cuadro de Millet oculta un significado que se relaciona con la castración y la muerte. Utilizando teorías freudianas, Dalí interpreta la menor dimensión de la figura masculina de la obra como una prueba de la agresión femenina. Compara la figura de la campesina con la hembra de la mantis religiosa, que devora al macho después de la cópula. La carretilla es interpretada como una imagen de sumisión sexual, y el cesto que está en el suelo entre los dos campesinos que rezan, como una alusión al sarcófago del hijo muerto.

El significado de la obra, según Dalí, se relaciona con el contenido sexual de la misma.

En El Angelus arquitectónico de Millet la pareja viene transformada en dos grandes rocas blancas, con el joven Dalí y su padre debajo de la piedra masculina y la piedra femenina usando una muleta. Dalí señala que si bien la piedra masculina de la izquierda pareciera ser la dominante, es en este caso la piedra femenina la agresora, sacando parte de si misma para hacer contacto físico con el varón.

Fue muy difícil para nosotros hacer un análisis de la pintura sin antes escarbar un poco más en la historia del cuadro inspirador.

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