El Arte de Amar

“El hombre da a otro algo de su propio placer, de su interés, de su comprensión, de su sabiduría, de su gracia, de su tristeza, en fin, de todo lo que vive en su interior. Cediendo de este modo ante el otro algo de su propia vida, enriquece al otro ser; aumenta en el otro el sentimiento de estar vivo, y por este acto aumenta también su propia vitalidad”

“El Arte de Amar”, Erich Fromm

Este hecho fundamental, “amar significa dar y no recibir”, se contradice con el pensamiento del hombre de la sociedad contemporánea, la que presenta como eje principal el consumo. En esta sociedad todo se compra y todo se paga, es una sociedad en la que nada es gratis y se caracteriza porque las personas tratan de aumentar sus ganancias a costas del otro. Por esto el verdadero amor se torna difícil y se convierte por tanto en la más profunda crítica a nuestro estilo de vida, nos confronta con nuestra civilización egoísta y considerada por muchos como inhumana debido a que el amor se reduce a una simple búsqueda de satisfacción y placer. (Blank, 2006)  

En esta sociedad prima la orientación de venta, aquí el éxito es una cuestión de cuán bien puedo venderme, se enfatiza en darse a conocer. Mi familia, mi trabajo, mi escuela, mis ropas; todo es un anuncio y debe estar “perfecto”. Se busca el éxito a toda costa, y se va enfriando la mente y el corazón para subsistir en este “mercado de personalidades”. Aquí el amor se convierte en una transacción más; el matrimonio es un contrato, donde si uno falla en ese acuerdo el matrimonio se anulará o se evitará. Sentimientos como la confianza y la compasión no son “rentables”, pues esta sociedad moderna se rige por la ley del más fuerte.

Aun así, teniendo en cuenta los cambios producidos en la sociedad actual, la familia sigue siendo la célula básica de nuestra sociedad. En el presente se ha convertido en una realidad difusa, que no tiene la presencia y la importancia que tuvo en otras épocas y que ha perdido muchas de las funciones que tenía asignadas, pero sigue siendo determinante en la vida de una gran mayoría de personas. (Munarriz, 2005). La familia es el lugar donde se forja la cultura y donde se transmiten la memoria y la herencia cultural de la humanidad. Es en ella donde se aprenden formas de enfrentar y resolver conflictos, el desempeño de roles y responsabilidades entre hombres y mujeres, el ejercicio de la libertad y autonomía personales, el compromiso, la solidaridad y la búsqueda del bien común” (Waltemath, 2008)

Erich Fromm plantea que existen varios tipos de familias. Primero tenemos la familia sana, en donde los padres asumen la responsabilidad de criar a los hijos en un ambiente de amor, pero conservando su autoridad. Se les enseña que la libertad conlleva mucha responsabilidad. La segunda, la familia simbiótica, es aquella donde los miembros son co-dependientes uno del otro. Los hijos en este tipo de familias son frecuentemente “absorbidos” por los padres, sin llegar a tener ningún tipo de decisión ni privacidad. Existen también las familias apartadas, entre las cuales tenemos la familia apartada puritana y la apartada moderna. En la familia apartada puritana el padre manda, la madre se encarga de la casa y los hijos obedecen incondicionalmente. Las reglas son más importantes que las personas, quienes solo deben cumplir su rol. (Castro, 2008)

El segundo tipo de familia apartada, la moderna, es la más común en la sociedad santiaguina. Este tipo de familia, caracterizada por un cambio en las actitudes de la crianza infantil, en la que hay una nueva idea de criar a los hijos como iguales. Los padres deben ser los mejores compañeros de sus hijos, pero en el proceso de controlar sus emociones se vuelven bastante indiferentes, debido en gran parte a la importancia de la tecnología, por lo que ya no son verdaderos padres, solo cohabitan con los hijos. Ya no son los que los

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