El Diseñador

El diseñador no hace nada a mano más que el modelo, éste es un proyectista dotado con sentido estético que trabaja para la comunidad. Su trabajo no tiene un estilo. El grupo de trabajo del diseñador es organizado según el problema a resolver. La forma final de sus objetos es el resultado lógico de un proyecto que se propone resolver de la mejor manera posible todas las componentes de un problema proyectual. Él intenta proyectar objetos que tengan un aspecto coherente según mentalidad de la que nace yo creo que se puede definir como estética de la lógica. Los objetos producidos por el diseñador deben ser entendidos por la sociedad tomando en cuenta la función, el estilo y la calidad del producto. Trabaja en grupo para toda la comunidad con la intención de mejorar la producción en sentido práctico y en sentido estético.

EL DIVISMO

Ary Scheffer fue un pintor holandés que a los doce años expuso un cuadro en Ámsterdam que causo la sensación. En 1812 expuso en el salón de parís y tuvo un enorme éxito con cuadros pintados de manera realista, perfecta, en los que el público podía identificar hasta los más pequeños detalles. Tras sus primeros éxitos se publica una monografía sobre él la cual contrajo como consecuencia el que aumentará su éxito, la demanda y además los aficionados tenían que hacer fila ante el artista. Ary Scheffer ya es el “divo” de su época. Tiene un atelier en el que sus aprendices realizan, para la elite, copias de sus cuadros.

El fenómeno del divismo es un peligro constante para el diseñador, es decir, aunque él se preocupe por proyectar cosas que satisfagan las necesidades reales de la sociedad, siempre confronta el problema de la elite que compraba los cuadros de Scheffer y que en la actualidad está dispuesta a pagar cualquier precio por un WC firmado por un diseñador famoso.

LA BELLEZA

La mayoría de la gente cree que la belleza existe en términos absolutos y sostienen firmemente que hay cosas bellas y cosas feas; Están convencidos de que la obra de arte es, ante todo, belleza espiritual.

El arte puro ya no tiene ninguna relación con este tipo de belleza absoluta. La equivocación surge cuando en vez de conocer los diferentes tipos de belleza se establece la comparación entre ellos. La belleza nace de varios tipos de códigos estéticos que cambian según las civilizaciones de los pueblos. A cada código le corresponde un tipo de belleza y podemos decir incluso que para cada momento, para cada problema, para cada caso, hay un tipo de belleza distinto.

Con el principio de la belleza única, absoluta y universal, no hacemos más que limitar nuestro horizonte. El diseñador no se preocupa de hacer una cosa bella sino de que la forma sea coherente con su función, tanto practica como psicológica. No es cierto que

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