El Espiritu De Uniminuto

Moral

La moral como actividad del espíritu

La moral habla por si misma, es una actividad que surge de la propia conciencia, incluso, controla las formas de explicárnosla. Kant define a la moral como una actividad del espíritu, estableciendo que de este parte nuestra conciencia moral. En el momento, en que interpretas el acto moral, subordinas la acción del espíritu, por lo que interpretar la moral, establece una realidad diferente de ella.

En la conciencia absoluta del espíritu, la acción de la razón conduce a la realidad moral por lo que solo y por ella misma es real. La moral nace de intuiciones del espíritu, como resultado de la conciencia de él mismo, y en el ejercicio de esta práctica, nuestra razón moral cuestiona las polaridades que rigen los actos de nuestra vida, como ejes que dan dirección a la realidad en calificativos morales.

En la conciencia del espíritu, las contradicciones no existen, la moral permanece como conciencia, y solo la interacción con la realidad estimula la conducta, cuestionando la respuesta intuitiva al calificar con valores terminando con la conciencia moral, delineando calificativos que dirigen la conducta

Un acto realmente moral, derivara de la aceptación de la existencia del espíritu, que da conciencia de él mismo y permite la acción moral (Intuición moral), partiendo de este principio es que en el absoluto espiritual es donde lo inmaterial construye la moral.

En la construcción de la realidad, la moral de un absoluto espiritual se divide y polariza duálmente (el bien y el mal), sin que la realidad por si misma se fraccione, por lo que ni es buena y ni mala. Estos valores se califican por la voluntad al cumplimiento de normas y leyes, que juzgan los principios que rigen la vida del hombre, juicios morales, y es en la materialización de la razón (práctica) de donde emergen.

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