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El Estado Venezolano

rilsonramon7 de Noviembre de 2012

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Introducción

Vivimos efectivamente, una era donde las ideologías parecieron

Extinguirse. “El fin de las ideologías”, la han llamado no pocos estudiosos de la

Época.

El fenómeno adquiere mayores proporciones en América Latina y

Particularmente en Venezuela, donde la gran mayoría de los partidos políticos

Surgidos paralelamente al proceso de industrialización, derivaron en

Organizaciones de corte populista, totalmente vacías de contenido ideológico.

Por otra parte, se ha hecho persistente la tendencia de nuestros

Pensadores contemporáneos a buscar modelos en otras latitudes para importarlos y

Tratar de implantarlos en nuestras sociedades.

Mientras tanto nuestros pueblos se han ido alejando de nuestras raíces

Históricas, allí donde seguramente se encuentran las claves para descifrar el terrible

enigma que nos mantiene en un ir y venir por el abismo de la historia, ya a las

Puertas del siglo XXI.

Las ideologías son ayudas de navegación para surcar los tiempos y los

Espacios, dándole rumbos precisos a las sociedades y a las naciones.

Y es precisamente en este marco desideologizado y con el propósito de

Hallar recursos válidos para que nuestro pueblo avance por el mapa intrincado y

Complejo del futuro, que nos hemos atrevido a invocar un modelo ideológico

Autóctono, y enraizado en lo más profundo de nuestro origen y en el subconsciente

Histórico del ser nacional.

En la médula del pensamiento de Don Simón Rodríguez se encuentra la

Simiente de un proyecto de sociedad original, basado en la Educación popular y la

creatividad. Simón Rodríguez concibe la idea concreta de la República y talla las

Formas del Estado Nacional y las líneas geohistóricas de su proyección en el tiempo.

1*Pensamiento del nuevo estado socialista

Este proyecto ha renacido de entre los escombros y se levanta ahora, a

fines del Siglo XX, apoyado en un modelo teórico político que condensa los

elementos conceptuales determinantes del pensamiento de aquellos tres preclaros

venezolanos, el cual se conocerá en lo adelante como SISTEMA EBR, el Árbol de las

tres Raíces: la E de Ezequiel Zamora, la B de Bolívar y la R de Robinson. Tal

proyecto, siempre derrotado hasta ahora, tiene un encuentro pendiente con la

victoria.

Pensamiento bolivariano

“Así está Bolívar en el cielo de América, sentado aún en la roca de crear,

con el inca al lado y el haz de banderas a los pies. Así está él calzadas aún las botas

de campaña, porque lo que él no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy; porque

Bolívar tiene que hacer en América todavía.” José Martí

El modelo Robinsoniano trasciende, sin embargo, el personaje, El

Maestro, para generar y servir de base a otro de mayores dimensiones, no en lo

filosófico, sino en su proyección histórica y geográfica: EL MODELO

BOLIVARIANO. Este se impulsa sobre aquel y se siembra en un extenso

territorio, con la misma semilla dicotómica de inventar una nueva sociedad en la

América Española; o errar tratando de copiar viejos modelos impertinentes a

nuestro escenario.

Los elementos conceptuales que forman el modelo bolivariano son más

complicados, pero no por ello es imposible identificar una estructura

perfectamente homóloga con el modelo Robinsoniano. Ambos son productos de

una época y resultan de un proceso de observación y praxis sobre una misma

situación fenoménica.

Simón Bolívar, el Líder, inscribe su doctrina en la dicotomía Robinsoniana

de manera reiterativa, desde sus primeros discursos en 1811, cuando señala: “Que

los grandes proyectos deben prepararse con calma. ¿Trescientos años de calma no

bastan? Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad americana. Vacilar es perdernos.” En su discurso ante el congreso de angostura, el 15 de

febrero de 1819: “Tengamos presentes que nuestro pueblo no es el europeo, ni el

americano del norte, que más bien es un compuesto de África y de América que una

nación de la Europa”.

Más adelante continúa definiendo el elemento central de estructura

conceptual del modelo: “...Nuestras leyes funestas reliquias de todos los

despotismos antiguos y modernos, que este edificio monstruoso se derribe, caiga y

apartando hasta sus ruinas, elevemos el templo a la justicia, y bajo los auspicios de

su santa inspiración, dictemos un código de leyes venezolanas.”

Esta es la segunda raíz, por cuyo ápice libertario se alimenta de los siglos

EL SISTEMA EBR: La B de la vertiente Bolivariana

Bolívar procuraba "Comunidad, no asociación, basada en la unidad de los que tienen algo o mucho en común. La unidad para el logro o mantenimiento de la libertad y otros valores humanos no menos altos y nobles; no la asociación obligada para simplemente sobrevivir o imponerse" y "soñó, que se podria llegar a ser, simple y puramente, humana… La meta, como todas las auténticas metas de los sueños de comunidad iberos, es la "libertad" y la "gloria", no la "extensión" ni el "enriquecimiento".

Un ideal de comunidad soñado para todo el mundo que podría ser iniciado en América".La idea democrática tenía de socialista un compromiso de interlocución e interacción entre los pueblos, constituidos en Estados e independizados del poder español que procuraban una nueva legalidad nacionalista e internacionalista simultáneamente, que hacían de la gente su razón de ser y servir y serían contrapeso a quienes se integraban, no para ser más fuertes y mejores, juntos, sino para ejercer la fuerza, intimidar y desintegrar.

En Venezuela, nuestro respeto y reconocimiento a la iniciativa privada con responsabilidad social, nos lleva a estimular el surgimiento de una nueva clase empresarial. A lo largo del proceso de descomposición de nuestra democracia representativa llegamos a identificar a quienes me he empeñado en bautizar como "los últimos socialistas del Siglo XX", a los empresarios venezolanos de antes. Vivieron felices con el apoyo del Estado y resistieron heroicamente para evitar que éste los librase a su propia suerte.

Nunca quisieron que el Estado los dejase de la mano; se sentían bien respirando el oxígeno de los mercados cautivos. Tuvimos capitalistas que no arriesgaban, ni competían, ni pagaban impuestos. Para prosperar bastaba tener amigos en el gobierno o entre los dos partidos políticos del status. Las reglas básicas del capitalismo, cuya violación en los países más desarrollados conduce a la bancarrota o a la cárcel, les generaban pánico. Por eso incursionaron contra la ley cuando estimulamos la economía y la iniciativa privada para todos.

La dinámica que vivimos en Venezuela nos lleva a la reinvención del socialismo, conservando su inspiración de solidaridad y deslastrándolo de los errores y las limitaciones del Siglo XX. Por eso propiciamos un debate libérrimo y participativo, para asegurar un grado superior de democracia social que genere pensamiento y pensamientos, que produzca y enriquezca, que sensibilice y solidarice y que nos haga soñar realidades con nombre y apellido: educación, como instrumento de liberación, democracia, alimento para el cuerpo y el espíritu, recreación, salud, generación de riqueza y empleo, seguridad, bienestar, libertad y paz. Nuestras fantasías son realizables.

Nuestras luchas las libramos empuñando un librito azul que nos dice: "Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político". Quizá estas palabras luzcan románticas, porque nada de romántico tiene el mundo al cual nos oponemos; el de la pobreza y la exclusión, el de la violencia y la injusticia social, el de la guerra y el terrorismo.

Nuestro pensamiento y acción, nuestra inspiración y nuestro compromiso, en mi criterio personal, nos identifican con una visión cristiana de la sociedad. Los valores cristianos que nutre la definición política a partir del respeto de la dignidad de la persona humana, con todas sus consecuencias e implicaciones, me permiten opinar, en el debate abierto por el Presidente Chávez sobre el Socialismo en el Siglo XXI. Asimismo el socialismo fue un pensamiento de Carlos marx(1850) y Frederick Engels (1871), La cual describe:

 Una organización económica de la sociedad.

 Propiedad colectiva de los medios o modo de producción social.

 Desaparición de las clases sociales: igualdad de condiciones y oportunidades.

 Régimen colectivista.

 Movimientos político de masas.

 Organizar racionalmente de la economía y asegurar una justa distribución.

Se está construyendo una democracia socialista de inspiración cristiana, cuya primera obligación

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