El Reciclaje

En base a la lectura, podemos hablar del vinculo que se decreta entre hablar-escuchar y leer y escribir. Si ponemos el hablar escuchar frente al escribir leer, entonces, incluso para el más alfabetizado de todos nosotros, el primero ocupa quizá nueve decimos de nuestro tiempo, comparado con el segundo. Para la mayoría de la población la proporción de la forma hablada es aún mayor. Además, tenemos que hacer una distinción entre el uso pasivo y el uso activo de los dos modos. Pues mientras sucede que la mayoría de nosotros hablamos tanto como escuchamos, todos nosotros leemos más de lo que escribi mos.

Encontramos algunos rasgos que caracterizan al lenguaje hablado y al lenguaje escrito, así como las actitudes ante el lenguaje propio. En la medida en que él habla espontánea, con sus formas descuidadas, sus comienzos, sus vacilaciones, nos permite como oyentes tener un acceso directo a procesos de pensamiento no disfrazados, el hablante queda expuesto y resulta bastante vulnerable. Semejante lenguaje es por eso más de esperarse allí donde no se siente ninguna amenaza donde el hablante sin seguro. Si el contexto es amenazador la única posible respuesta para muchos hablantes es el silencio. De este modo él habla espontánea expresa significados sobre la percepción que tiene el hablante del contexto social por encima de los otros significados que acarrea. En cambio el lenguaje escrito no es espontáneo. Escribir es la contraposición de la naturalidad, las indecisiones, los impulsos en falso, las causas, están ahí en escritura: en las frases y líneas tachadas, en los primeros, segundos y terceros borradores, en las hojas en blanco. Pero son cortadas y descartadas. La revisión, el cuidado, la circunspección son así rasgos característicos del lenguaje escrito.

El pensamiento y el lenguaje están íntimamente vinculados, ciertas formas de pensamiento son imposibles sin lenguaje. Las palabras y la estructura de un lenguaje constituyen la materia de esas formas de pensamiento. Hablar en voz alta la manera espontánea es así lo más que podemos acercarnos al meollo del pensamiento y el proceso de pensar. Desde ese punto de vista, el pensamiento existe en las formas y estructuras del lenguaje -e inversamente, las formas y estructuras del lenguaje representan el pensamiento-. El proceso de articulación del lenguaje representa el proceso de pensar.

En esta lectura se resaltan usos y valoraciones del lenguaje a partir de un contexto social específico. Desde un punto de vista de clase o grupo socioeconómico planteado con crudeza, sucede que todos los grupos usan lenguaje hablado mucho más que el escrito. Sin embargo, sucede que también los hablantes de las clases sociales más bajas o los grupos socioeconómicos más bajos desvalorizan su propio lenguaje hablado cuando otras personas les piden que hagan juicios. En cuanto al uso activo de la forma escrita -escribirla la lengua

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