El concepto de relativismo

Dentro de este escrito en particular, Ibáñez propone una discusión que gira en torno, principalmente al relativismo, sin embargo esta se caracteriza por contener matices particularmente de orden político. Ante esto, se inicia describiendo y caracterizando el relativismo y cómo este ha sido rechazado, esencialmente por la filosofía occidental, por la que es categorizado como una postura “autodestructiva y autocontradictoria”, además de poco lógica; dado que apela a que ninguna proposición planteada es completamente verídica en todo contexto.

Sin embargo esto no resulta posible según Ibáñez pues, si lo anterior se torna verídico, existiría por lo menos una proposición axiomática en todo contexto, llevando así a que el relativismo, sea rechazado desde una postura absolutista, la que resulta arduamente criticada gracias a su carácter de poder absoluto lo que desencadenaría un sometimiento del pueblo.

Por otro lado, en la segunda parte de su escrito, Ibáñez destaca la importancia que adquiere la razón y el poder argumentativo, en torno a la pregunta que titula su capítulo. Acá nos empieza a mostrar que, tanto la verificación y el empirismo no resultan suficientes para asignar un criterio de validez adecuado, teniendo en cuenta que los contextos, realidades y definiciones de los mismos pueden no ser idénticos.

Así mismo señala que frente a esto es necesario aceptar el relativismo y consecuentemente rechazar todo principio de autoridad, tomar como primicia el argumento mobiliario de Potter y sobrevivir a partir de la credibilidad de este mismo, contemplando aun la realidad pero sin la trascendencia que comúnmente se le otorga.

...