El hombre mediocre. “LA MORAL DE LOS IDEALISTAS”
Enviado por tete2016 • 2 de Agosto de 2016 • Informes • 483 Palabras (2 Páginas) • 1.563 Visitas
EL HOMBRE MEDIOCRE – José Ingenieros
“LA MORAL DE LOS IDEALISTAS”
La emoción de lo ideal
Lo ideal es un gesto del espíritu hacia alguna perfección. Los Idealistas tratan de vivir en un mundo donde lo imposible puede ser posible, buscando mejorar y visualizar lo que uno quiere.
De un idealismo fundado en la experiencia
Los ideales de perfección fundados en la experiencia constituirán la unión de una doctrina de la perfectibilidad indefinida para enaltecer al ser humano.
Un Ideal es una hipótesis perfectible, representa un estado de equilibrio entre el pasado y el porvenir.
Los ideales pueden no ser verdades, son creencias e influyen en nuestra conducta en la medida en que lo creemos.
Lo futuro se identifica con lo perfecto, la vida tiende naturalmente a perfeccionarse.
A medida que la experiencia humana se amplia, observando la realidad, los ideales son modificados por la imaginación.
La hipótesis vuela, los hechos caminan sobre la tierra.
La imaginación es madre de toda originalidad, deformando lo real hacia su perfección.
En una idea fija predomina el razonamiento.
En un emoción fija predomina la pasión.
La imaginación despoja todo lo malo y la adorna con todo lo bueno, depurando la experiencia y contribuir a la creación de moldes de perfección.
Lo ideal no es un fin, sino un camino, relativo como toda creencia.
Hay hombre idealistas aptos para concebir perfecciones y capaces de vivir hacia ellas.
La experiencia decide la legitimidad de los ideales en cada tiempo y lugar.
En el curso de la vida social, sobreviven los mas adaptados, los que mejor prevén el sentido de la evolución, los coincidentes con el perfeccionamiento.
Se concibe un ideal y se esfuerza por realizarlo, lo malo es carecer de ideales.
Sin ideales seria inexplicable la evolución humana.
La imaginación construye los ideales observando la naturaleza como un resultado de la experiencia, y cuando la realidad evoluciona hacia un ideal antes previsto, la imaginación se aparta nuevamente de la realidad.
La imaginación y la experiencia van de la mano.
Lo que respecta mi opinión personal, como personas debemos tener nuestra parte “idealista”, esa hipótesis perfectible, como menciona el autor, con visiones claras aun siendo muy futuras.
La vida en general, y la de cada uno en particular, tiende naturalmente a perfeccionarse, a medida que nuestra experiencia se va ampliando, los ideales se van modificando por la imaginación. Tanto la imaginación como la experiencia caminan paralelamente, siendo la primera la que despoja todo lo malo y la adorna con todo lo bueno, depurando así la experiencia para lograr moldes de la perfección.
Hoy he tomado la decisión de emprender este nuevo desafío, formarme como Agente de Propaganda Médica, largo camino recorrer que con persistencia, optimismo, confianza, entusiasmo, actitud mental positiva cumpliré ese objetivo cuyo ideal es lograr desempeñarme de manera eficaz y eficiente en esta actividad.
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