Escasez Del Agua

Planteamiento del problema

A nivel mundial

La escasez de agua afecta ya a todos los continentes. Cerca de 1.200 millones de personas, casi una quinta parte de la población mundial, vive en áreas de escasez física de agua, mientras que 500 millones se aproximan a esta situación. Otros 1.600 millones, alrededor de un cuarto de la población mundial, se enfrentan a situaciones de escasez económica de agua, donde los países carecen de la infraestructura necesaria para transportar el agua desde ríos y acuíferos. (Ki-Moon, 2012)

La escasez de agua constituye uno de los principales desafíos del siglo XXI al que se están enfrentando ya numerosas sociedades de todo el mundo. A lo largo del último siglo, el uso y consumo de agua creció a un ritmo dos veces superior al de la tasa de crecimiento de la población y, aunque no se puede hablar de escasez hídrica a nivel global, va en aumento el número de regiones con niveles crónicos de carencia de agua.

La escasez de agua es un fenómeno no solo natural sino también causado por la acción del ser humano. Hay suficiente agua potable en el planeta para abastecer a los 7.000 millones de personas que lo habitamos, pero ésta está distribuida de forma irregular, se desperdicia, está contaminada y se gestiona de forma insostenible. (Olmeda Pascual, 2002)

La escasez de agua y los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). La forma de gestionar el problema de la escasez de agua será determinante para la consecución o no de la mayoría de los Objetivos de Desarrollo del Milenio:

ODM 1: El acceso a agua para uso doméstico y productivo como agricultura, industria y otras actividades económicas, influyen directamente sobre la pobreza y la seguridad alimentaria.

ODM 2: La magnitud de acontecimientos catastróficos y cada vez más recurrentes como las sequías, interrumpen el proceso educativo.

ODM 3: El acceso al agua, en particular bajo condiciones de escasos recursos, tiene importantes implicaciones de género que afectan al capital social y económico de las mujeres en términos de liderazgo, ingresos y oportunidades de relacionarse.

ODM 4 y 5: Unos programas de gestión de los recursos hídricos equitativos y fiables reducen la vulnerabilidad de los más pobres frente a los imprevistos, lo que además les proporciona unos medios de vida más seguros y rentables de para el cuidado de sus hijos.

ODM 6: El acceso a una fuente de agua mejorada y a sistemas de tratamiento de las aguas residuales en los asentamientos humanos reduce la transmisión de los riesgos ligados a enfermedades transmitidas por mosquitos como la malaria y la fiebre del dengue.

ODM 7: Un tratamiento adecuado de las aguas residuales contribuye a reducir la presión sobre los recursos de agua potable, ayudando a proteger la salud humana y del medio ambiente.

ODM 8: La escasez de agua requiere reforzar cada vez más la cooperación internacional en el campo de las tecnologías para aumentar la productividad y las oportunidades de financiación de los recursos hídricos y un entorno mejorado para compartir los beneficios de la gestión de la escasez del agua. (Ki-Moon, 2012).

En la figura 1.1 se muestra la escasez del agua que afecta su suministro a nivel mundial. Se puede observar que los países con mayor escasez son los del Medio Oriente; África del Norte, México, Pakistán, Sudáfrica y grandes regiones de China y la India. (ONU, 2011)

A nivel nacional

Se suministraron más de 320 mil litros de agua por segundo para consumo humano, de los cuales el 95% fue desinfectado para rehúso humano. En promedio, se suministran 264 litros diarios por habitante. Por entidad federativa, algunos estados como Hidalgo y Puebla apenas sobrepasan los 150 litros diarios por habitante. (CONAGUA, 2010)

México tiene un promedio de 4 mil 986 metros cúbicos por habitante al año, la disponibilidad de agua en México es 20 veces menor a la de Canadá, 10 veces menor a la de Brasil, y la mitad de la de Estados Unidos de Norteamérica; sin embargo, es el doble que en China, cuatro veces la de Egipto y 30 veces que la de Arabia Saudita. (CONAGUA, 2010)

En nuestro país hay diferencias muy grandes en cuanto a la disponibilidad de agua. Las zonas centro y norte de México son, en su mayor parte, áridas o semiáridas: los estados norteños, apenas reciben 25% de agua de lluvia. En el caso de las entidades del sureste (Chiapas, Oaxaca, Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Veracruz de Ignacio de la Llave y Tabasco) es lo contrario, éstas reciben casi la mitad del agua de lluvia (49.6%) y en las del sur, también llueve mucho, no obstante, sus habitantes tienen menor acceso al vital líquido, pues no cuentan con los servicios básicos, como es agua entubada dentro de la vivienda.

En el Valle de México se encuentra la disponibilidad anual más baja de agua (apenas 186 m3/habitantes); en caso contrario se encuentra la frontera sur (más de 24 mil m3/habitantes.), (SEMARNAT, 2008)

Asimismo la SEMARNAT 2008 menciona que debido al crecimiento de la población, la disponibilidad de agua ha disminuido de manera considerable: en 1910 era de 31 mil m3 por habitante al año; para 1950 había disminuido hasta un poco más de 18 mil m3; en 1970 se ubicó por debajo de los 10 mil m3, en 2005 era de 4 573 m3 y para 2010 disminuyó a 4 230 m3 anuales por cada mexicano.

En México, al 2010, el porcentaje de viviendas con disponibilidad de agua fue de casi 89% esto equivale a 74 millones de personas, el resto se abastecían de agua entubada fuera de la vivienda pero dentro del terreno que habitan, de pozos, ríos o arroyos, de la llave pública, o de otra vivienda.

A nivel estatal

La falta de agua es de gravedad extrema, especialmente si consideramos que una parte del suministro actual se pierde en la red y que las necesidades aumentan conforme crece aceleradamente la población urbana. (Oaxaca, 2009)

El agua requerida diariamente por persona en actividades indispensables como beber, preparar alimentos, lavarse y bañarse, lavar la ropa, limpiar la casa es lo que llaman agua para la sobrevivencia es de 30 a 50 litros. Los requerimientos actuales de la gente en la zona conurbada serían de unos 1000 litros de agua por segundo. (Oaxaca, 2009)

El agua de las cuencas del Atoyac y el Salado en el siglo XIX era más abundante y por consiguiente la vegetación era de mayor abundancia que en la actualidad. Los cazadores y recolectores debieron depender mucho de ríos, arroyos y manantiales para obtener agua, recolectar plantas, cazar y pescar.

Las cuencas hidrológicas de los valles centrales, es decir, ollas naturales delimitadas por montañas que tienen un drenaje común, como se puede ver en la figura 1.3. (López, mayo-junio 2009)

En el estado de Oaxaca del 2005 al 2010 se invirtieron 897,772 millones de pesos, con los cuales se construyeron 1164 obras para el sistema de agua potable. (Agua, 2010)

A nivel local

El río Teposcolula rodea a la población de noroeste a sureste, su caudal proviene de la región de San Juan Teposcolula, aumenta con las aguas de los ríos negro y grande que bajan del lado de San Vicente Nuñú. (Plan Municipal de Desarrollo Rural Sustentable de San Pedro y San Pablo Teposcolula , 2011-2013)

En éstas condiciones avanza hacia Yolomecatl, Chilapa de Díaz y Santo Domingo Yodohino, se unen después al río Salado hasta encontrarse con el de Huajuapan de León para formar el río Mixteco. Sin olvidar mencionar que se encuentran los Ríos Yodondá, Rio de Hielo y Rio Poblano. (Plan Municipal de Desarrollo Rural Sustentable de San Pedro y San Pablo Teposcolula , 2011-2013)

Anteriormente otros yacimientos que aportaban agua a Teposcolula para su consumo doméstico y de sus fuentes, son las presas de Santo Tomas Tecolotitlán, San Felipe Ixtapa y Guadalupe Tixa. Hoy en día solo lo ocupan para abastecer su comunidad de cada lugar.

Actualmente se sigue trayendo las aguas de los manantiales de Yucunindé, Tandáa, las Pozas Frías y el Alarcón. Dentro de la cabecera municipal, se tienen registrados 5 pozos de agua particulares. (Plan Municipal de Desarrollo Rural Sustentable de San Pedro y San Pablo Teposcolula , 2011-2013)

En la figura 1.4 se observan las corrientes de agua que distribuye el líquido vital para los habitantes de San Pedro y San Pablo Teposcolula.

El abastecimiento de agua es de vital importancia para los seres humanos, en este caso para los habitantes de San Pedro y San Pablo Teposcolula. Una persona no puede sobrevivir tanto tiempo sin agua, ya que es una de las primeras necesidades que se deben de cubrir y que ayuda en cuanto a la preparación de alimentos, la limpieza personal así como de la vivienda, el riego para las plantas, entre otras.

El problema identificado que puede observarse en San Pedro y San Pablo Teposcolula son las dificultades en el uso y consumo de agua. Lo cual causa una reacción contradictoria en la salud e higiene de los habitantes.

Este problema se vino agravando ya que anteriormente por la cantidad de las aguas pluviales (lluvias temporales), se lograba una mayor y mejor captación de agua; actualmente las lluvias son escazas y contaminadas debido al mal uso por parte de los seres humanos. Otro problemas es la falta de redes para su distribución a los habitantes de San Pedro y San Pablo Teposcolula. (INEGI, 2010)

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