Evolucion Del Hombre

Evolución del hombre

Charles Darwin, en su obra El origen de las especies describió un claro concepto de la evolución de los seres vivos. Un aspecto que causo controversia fue su reconocimiento de que el hombre está emparentado con otras especies animales, y que parece haber evolucionado a partir de ellas. En 1871 en su obra el origen del hombre pensó que el hombre es el resultado del mismo tipo de fenómenos evolutivos que han tenido los demás seres vivos. En ese tiempo no existía evidencia fósil en detalle, sin embargo, mediante observaciones morfológicas y de comportamiento, predijo que los ancestros de los monos y el hombre serian descubiertos.

La especie humana se encuentra situada en el origen de los primates. Las características más significativas de este orden son las mismas que deben esperarse en cualquier grupo que se suponga ancestro del hombre y son las siguientes:

• Aunque existen algunas formas de tipo terrestre, son básicamente arbóreos, por lo que sus manos y pies tienen dedos largos y pulgares oponibles, lo que les permite sujetarse mejor a las ramas.

• El cerebro es relativamente grande, con las zonas de percepción visual más grandes que las de percepción olfatoria, y los lóbulos temporales son prominentes.

• Los primates son heterodontos, es decir, tienen dientes de distintos tipos, adecuados para una alimentación que, siendo básicamente vegetal, puede incluir carne.

Los investigadores han comparado la estructura corporal, los cromosomas y la química sanguínea con los de otros animales. Tales estudios demuestran que el hombre está biológicamente relacionado con el resto de los primates.

Los biólogos han tratado de seguir las líneas evolutivas del hombre y de los antropoides por medio de los restos fósiles de diversas especies de la familia de los homínidos (que es el grupo al que pertenece el hombre) para encontrar antepasados comunes, pero tales antepasados no se parecen mucho ni al hombre ni a los antropoides actuales. Los antepasados comunes a ambos vivieron hace más de 25 millones de años y sus descendientes siguieron diferentes líneas evolutivas.

Los homínidos continuaron su evolución como individuos de hábitos terrestres con la posición erecta; en cambio, los antropoides vivieron en los bosques donde desarrollaron brazos largos y musculosos, útiles para trepar y balancearse entre los árboles.

En 1934, se encontraron en la india mandíbulas y dientes fósiles de un primate al que se le llama Ramapithecus, y desde entonces se han encontrado otros restos similares en África Orienta. Sí se le considera un antepasado del hombre por la similitud con los dientes y las mandíbulas de los humanos.

Australopithecus

En 1924, Raymond Dart descubrió un cráneo en África del Sur con características intermedias entre las de un simio y las del hombre, y le llamo Ausralopithecus africanus. Posteriormente, fueron encontrados muchos cráneos más, que justificaron la idea de que se trataba de un grupo intermedio entre simios y hombres, que vivió desde hace 5 millones de años, hasta hace unos 700 000 años.

El análisis de los restos demuestra que este organismos se desplazaba en dos piernas y el posición erecta. Esto se deduce porque la posición del orificio por donde sale la medula espinal del cráneo, se encuentra casi en la base de este, de tal forma que la cabeza se podía balancear sobre la parte superior de la columna vertebral.

Otra característica del Australopitecus que permitió relacionarlo más con el hombre que con los monos es la forma y tamaño de los huesos pélvicos: en el Australopithecus son cortos y adquieren la forma de una canasta, la que permite que se alberguen los órganos abdominales.

Los dientes tienen poca diferencia con los del hombre actual, por lo que se deduce que también le servían para masticar carne.

El cráneo y volumen cerebral de 500cc, relativamente pequeños, sugieren una inteligencia inferior a la del hombre, pero superior a la de los simios. Por todo lo anterior estos pequeños seres bípedos africanos están más relacionados con el hombre que con cualquier otro animal y forman un eslabón entre el hombre y los monos.

En la actualidad los biólogos están de acuerdo con que los protohombres sudafricanos representan una etapa primitiva en la diferenciación evolutiva humana, y por tanto forman parte de la familia hominidae.

Es posible que los pequeños cerebros del Australopitecus

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