FLORA Y FAUNA DEL ESTADO SUCRE

FLORA DEL ESTADO SUCRE

La vegetación del estado Sucre es Xerófila en las zonas Urbanas y de Montaña en las zonas rurales ubicadas en la cordillera de la Costa, también podemos encontrar plantas y árboles playeros caribeños, como el cocotero y los árboles de cacao. También se puede encontrar el roble, declarado árbol del estado.

El Estado Sucre cuenta con variedad de especies de árboles que crecen a lo largo y ancho de su geografía y se han convertido en árboles emblemáticos, que distinguen la flora local. A partir de 1952, cada uno de los estados de Venezuela tiene su árbol emblemático, símbolo que tienden a identificar las diversas regiones a través de su vegetación. Para la Selección de los árboles emblemáticos de cada estado, se tomaron en cuenta una serie de aspectos entre ellos: su rol histórico, su abundancia en la región y otras características que lo definen como flora de un clima particular.

“El estado Sucre está representado en la flora emblemática de Venezuela por un bello y valioso árbol, muy común en el oriente del país: el Roble. (…)

Botánicamente nuestro Roble no tiene ningún parentesco con el Roble europeo (Quercus) El hecho de que sea también un árbol muy resistente, de gran durabilidad y capaz de crecer en suelos pobres, le ha valido este nombre similar.”(1)

Cumaná, ciudad de clima subtropical con una gran cantidad de áreas verdes, irrigadas por el río Manzanares, ofrece las bondades de su suelo donde germinan y prosperan árboles centenarios, que dan sombra y oxigenan nuestro ambiente. Esta ciudad acertadamente fundada a las márgenes del río Manzanares, es un derroche de refrescantes verdes, que se engalanan por turno con sombras de mil colores, producto de la floración de varias especies de árboles.

Aquí el roble criollo, árbol emblemático del Estado Sucre, símbolo de salud y fortaleza, encontró su tierra prometida. Con la entrada de la Cuaresma, el demiurgo se complace en alternar la floración de los robles criollos, ofreciendo por doquier una explosión de dorado iridiscente, que inunda los sentidos, reflejando en su floración los áureos atardeceres de Sucre.

Este árbol bautizado por los españoles como “roble”, en recuerdo o añoranza del roble europeo, al igual que otras especies nativas, era conocido por los naturales con otro nombre, sin embargo a pesar de nuestro interés en el tema, hasta la fecha no hemos podido dar con el nombre en idioma de los Cariñas, Chaimas o Cumanagotos. Sabemos que la majestuosa ceiba se llamaba Kumaca. La piña, la bromelia más famosa fue nombrada así por su parecido al piñón del pino, pero sabemos que en idioma de los Guaraní, era ananás; y así muchas especies de la flora y fauna, al igual que el río Cumaná, bautizado Manzanares en recuerdo al río español, fueron cambiando de nombre, y en muchos casos, perdiendo su nomenclatura originaria.

La madera del roble criollo por su extrema dureza y durabilidad, fue utilizada desde el inicio de la colonia en la construcción naval, y para la realización de estructuras de casas y edificios. Ampliamente usada hasta bien

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