Factores de riesgo para la aterosclerosis.

Existen distintos factores de riesgo para la aterosclerosis, primero están los propios del organismo por lo cual no pueden ser modificados y son la genética, la edad y el sexo. La genética son los antecedentes familiares y se trata del factor de riesgo de aterosclerosis más importante. Para padecer la enfermedad tiene que haber predisposición familiar que suele ser poligénica y se relaciona con la agregación familiar de otros factores de riesgo como diabetes o también puede deberse a variantes hereditarias que influyen en otros procesos fisiopatológicos como la inflamación.

     La edad tiene mucho que ver para el desarrollo de la enfermedad  pues la placa aterosclerótica se desarrolla de manera progresiva y se manifiesta hasta que la lesión alcanza un umbral crítico que va a avanzar conforme aumente la edad. Dependiendo del sexo y la etapa de vida en la que se encuentre la persona va a ser el desarrollo de la enfermedad, ya que en mujeres premenopáusicas se presenta un grado de protección en comparación con los hombres de la misma edad pero posteriormente la incidencia de las enfermedades relacionadas aumenta en mujeres que en edades avanzadas va a ser superior que en los hombres.

     Los factores de riesgo modificables son la hiperlipidemia que puede iniciar el desarrollo de la lesión y el principal componente del colesterol sérico asociado a riesgo es el colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (LDL) que libera colesterol malo a los tejidos periféricos y las lipoproteínas de alta densidad (HDL) movilizan el colesterol de la periferia, incluyendo ateromas que irán al hígado para ser excretados mediante la bilis. La hipertensión aumenta el riesgo de cardiopatía isquémica. El consumo de tabaco  en hombres se piensa que es responsable de la incidencia de aterosclerosis en mujeres y duplica la tasa de muerte. La diabetes aumenta el riesgo de la enfermedad.

    Los factores de riesgo adicionales son la inflamación que está presente en las fases de aterogenia ligada a la formación y rotura de la placa aterosclerótica. La hiperhomocistinemia cuyas concentraciones de homocisteína se relacionan con aterosclerosis coronaria, trombosis venosa, etc. El síndrome metabólico se asocia a la obesidad central y presenta resistencia a insulina, dislipidemia (LDL elevadas y HDL reducidas). La lipoproteína a  es una variedad de LDL y se asocia a riesgo de enfermedad coronaria. Los factores que afectan la hemostasia producen riesgo de episodios ateroscleróticos.

     También existen otros factores que se asocian a la aterosclerosis  pero de una manera en la que el riesgo es menos llamativo y difícil de cuantificar, como la falta de ejercicio, el estilo de vida generador de estrés y la obesidad que puede complicarse con  diabetes, hipertensión o disminución de HDL.

...