Fobia Social

El trastorno de ansiedad social, o fobia social es un trastorno psiquiátrico que se caracteriza por un miedo intenso a situaciones donde se debe interactuar con otras personas, provoca una enorme angustia y, discapacidad de funcionamiento normal. Este trastorno podía ser diagnosticado de dos formas, el específico (en las que solo se teme a ciertas situaciones) o la fobia generalizada, pero actualmente solo existe el trastorno de ansiedad social y la posibilidad de un subtipo, el cual sería el miedo a hablar o actuar en público, algo que es común entre los compañeros al momento de exponer.

Como cualquier otra fobia, se centra en un miedo persistente, intenso y crónico a ser avergonzado, juzgado, humillado o hacer el ridículo.

Hay muchas situaciones en que puede presentarse, entre ellas destacan el hablar en público como intervenir en clase o realizar exposiciones, reuniones sociales, encuentros inesperados con familiares, amigos o conocidos, iniciar o mantener una conversación, escribir o comer frente a alguien e incluso usar un lavabo público.

Se suele desarrollar en la juventud, justo después de pasar por la adolescencia y su aparición es mucho más común de lo que se piensa popularmente, por ello no hay que considerar esta fobia como extraña. Aceptarlo públicamente es el mejor modo de comenzar a superarlo, esto nos ayuda a sentirnos comprendidos y de esa forma es más sencillo aminorar y superar la angustia.

Existen un sinfín de síntomas tanto físicos como cognitivos y emocionales, estos van desde rubor, temblores, taquicardias, insomnio, hasta temor extremo a conocer gente, pensamientos negativos, temor a no saber comportarse frente a alguien, etcétera.

El tratamiento en sí no es costoso, pues las visitas al psiquiatra casi siempre son mensuales a no ser que el doctor crea que deben ser más frecuentes. Lo que si es costoso son los medicamentos para controlar los nervios. Están los antidepresivos, betabloqueantes y ansiolíticos. No son muy recomendables, o al menos yo no recomiendo que se consuman tan constantemente porque pueden llegar a depender de ellos. Creo que solo deben usarse cuando de verdad sea necesario o al menos fue lo que hice yo y hasta ahora voy bien. De hecho, hay un estudio que dice que el 39,6% de personas que padecen de esta fobia presentan abuso de sustancias, la mayoría, que sería un 32% de la población afectada consume alcohol.

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