ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Fragmentos Del Ente Femenino


Enviado por   •  25 de Agosto de 2014  •  559 Palabras (3 Páginas)  •  173 Visitas

Página 1 de 3

Definitivamente hoy ha sido el peor día de mi vida.

Peor que el día en que mi padre dejó este mundo.

Por primera vez he tenido y sentido la necesidad de dormir por la tarde para no pensar... Para no sentir, y mientras lo intentaba sentía como mi alma se aferraba al hilo que aún me une a ti, y cuando una mano se le quería resbalar, sentía como mi cuerpo se resbalaba por la cama. Vaya sensación...

Tuve que dar varias vueltas por la cama para sentirme segura, al menos segura en mi cuarto. Al menos segura fuera de mi.

Cómo quisiera poder ver el hueco que hay en mi pecho que se agranda y se encoge con cada latido para rellenarlo aunque sea con espuma para que deje de doler... Aunque sea por una noche, sólo pido una noche.

Hace un momento pensaba que ya no tenía palabras, que no volvería a escribir... Y aquí me encuentro, vaciando en estas simples letras el cómo me siento. No tengo otro ESCAPE más que éste, y no es el mejor. Al final termino leyendo lo que me tiene así.

Me gustaría en este preciso momento abrir mi ventana, detener el tiempo para evitar que los coches sigan contaminando mi noche con su ruido y bajar una nube del cielo, subirme en ella e ir a tu ventana, pedirle al viento que sople para que tu cortina se mueva y te pueda ver... Y después de verte me gustaría irme lo más alto posible, hasta llegar a la estrella más cercana, y hablar con ella... Contarle lo que me gusta de ti. Y si me pregunta por el pasado, sólo responderé:

¿Cuál pasado? Yo te estoy hablando en este momento. Este instante. Es lo único que debería importar.

Si vuelve a insistir, la dejaré hablando sola e iré hasta la luna, aunque me cueste respirar.

La diferencia entre las estrellas y la luna, es que las estrellas pasan la noche compitiendo por ver cuál de todas ellas brilla más, y la noche siguiente siguen compitiendo, sin darse cuenta de su propio brillo, siempre fijándose y dandole importancia de más a las demás.

La luna es simplemente ella misma. No se fija en lo grande o luminosa o oscura que está cada noche, sólo disfruta la vista, disfruta ser ella misma, disfruta el lugar donde está, disfruta la vista que le tocó esa noche... No desperdicia el tiempo cuestionando el por qué hoy se encuentra viendo a México cuando deseaba ver Londres. No desperdicia el tiempo pensando en por qué hoy brilla sólo a medias cuando quería brillar completa.

No.

Con ella si disfrutaría una buena platica. Y ella sabría escucharme. La luna sabría entenderme. Sentiría mi sentir. Y me daría una mirada tierna, que por primera vez en el día me haga sentir... bien. Sólo bien.

Así podría sacar el relleno de mi pecho, esperar afuera

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (3.1 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com