Guernica Picasso

Obra Guernica de Pablo Picasso

Esta obra fue presentada en el año 1937 por el pintor Pablo Picasso. Esta obra se debe en que en aquel año, la aviación alemana había bombardeado a la población de Guernica en la Guerra civil española, dejando como resultado la muerte de niños y mujeres. El Gobierno de la segunda República le encargó a Picasso un mural para el pabellón de la República española en la Exposición Universal de París con el fin de que “contara los sufrimientos de la España republicana”.

Esta obra pertenece al estilo del cubismo, donde se utilizó la técnica de oleo sobre lienzo, donde el autor quiso plasmar una gama de colores como negro, grises y blanco.

Está dividida en tres partes, hacia los laterales se forman dos triángulos en torno al caballo que se encuentra en el panel central, donde las zonas se encuentras bien delimitadas para que haya una mejor captación de la escena.

En la obra los objetos son convertidos en otros, por ejemplo, en las mujeres de los extremos sus ojos se han convertido en lagrimas. El autor coloca las formas deformes, dándoles “mayor expresividad”, como es el caso de las piernas deformes de la mujer y la cabeza del caballo. Él reduce los objetos, “su idea de libertad expresiva es también patente en ciertas sugerencias del dibujo infantil”. No coloca las formas como se verían realmente, pero los objetos son entendibles. Las formas de los personas son transformadas a figuras geométricas (cubismo).

A través del color, Picasso buscó que esta diera el sentido de tragedia y dramatismo. El gris, “en diferentes gradaciones, atempera y da cohesión a los bruscos contrastes del blanco y el negro”. La luz y el color actúan juntos. La luz “ilumina la escena sin obedecer a ningún tipo de foco”, dejando efectos que resaltan la obra.

Con respecto, al espacio en que se realizó la obra, es difícil de entender, ya que no se muestra la representación real del mundo, vemos las imágenes en varios planos, como si las observáramos de perfil o de frente. Los personajes no tienen sombra y están iluminados, lo que los hace ver de forma bidimensional.

Los elementos de la obra de izquierda a derecha simbolizan lo siguiente:

El toro, con el cuerpo oscuro y la cabeza blanca, aparece en la izquierda del cuadro. 
Gira la cabeza y parece mostrarse aturdido ante lo que ocurre en su entorno. En la cultura española el toro es un elemento clave. Picasso indicó que simbolizaba "brutalidad y oscuridad".

Madre con hijo muerto, debajo del toro mira hacia el cielo con un grito de dolor. Su lengua es afilada y sus ojos tienen forma de lágrimas, sobre sus brazos sostiene  a su hijo ya muerto. Los ojos del niño carecen de pupilas. Según los críticos representa o hace referencia a la “Piedad”, representación, habitual en el arte cristiano, de la Virgen María sosteniendo en sus brazos a su hijo muerto.

La paloma, ubicada entre el toro y el caballo, a la altura de sus cabezas. Su cuerpo es del mismo color que el fondo y únicamente está trazada su silueta, por lo que se dificulta su visión. Tiene un ala caída, como si estuviera rota  y la cabeza  mira hacia arriba, con el pico abierto. Esta figura es considerada un símbolo de la paz rota.

Guerrero muerto, sólo aparecen los restos de la cabeza y los brazos extendidos. Una mano sostiene una espada rota y una flor, que puede interpretarse como el símbolo de esperanza dentro del horror de una guerra. 

La lámpara, ubicada en la parte superior  central del cuadro. Es considerada un símbolo de los avances tecnológicos y científicos, que se convierte en una forma de avance social pero al mismo tiempo puede acentuar los desastres de la guerra, como sucede en el bombardeo de Guernica.

El caballo, es la figura central de la composición.  Su cuerpo está hacia la derecha, mientras que su cabeza  se vuelve hacia la izquierda. La posición de las patas da la apariencia de que el animal está perdiendo el equilibrio o se está cayendo. En su costado se abre una herida vertical y está atravesado por una lanza. Tiene la cabeza levantada y la boca abierta, de donde sobre sale la lengua, terminada en punta. Parece simbolizar el estado del país destrozado por la guerra.

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