HIPSTERS, UNA CULTURA URBANA

HIPSTERS, UNA CULTURA URBANA

Los hipsters son una de las tribus urbanas menos reconocidas mundialmente, esto se debe a que sin duda alguna hacen parte de una de las culturas menos numerosas y aunque no son datos de relevancia y más bien de poca importancia para ellos, esto los convierte en una tribu de pocos seguidores; su modo de ser, sus gustos y preferencias hace de los hipsters una clara suspensión de exigencia adulta y un pensamiento más libre y auténtico, conservando siempre su mezcla de moda y espíritu vintage.

A lo largo del tiempo algunas ciudades específicamente las de mayor población han venido experimentando grandes y fuertes cambios, uno de ellos son las revolucionadas y muy nombradas “Tribus ó culturas urbanas” las cuales existen a partir de agrupaciones de jóvenes que se visten de forma similar, tienen hábitos en común y algunos lugares de encuentro; el objetivo de estos grupos es estar juntos por semejanzas entre ellos.

Los Hipsters cuyas primeras apariciones se dieron a mediados del siglo XX, y se les volvió a ver a finales de los 90´s su mayor popularidad se dio en la década del 2010, son considerados ‘descendientes’ ó ‘copias’ de los hippies y de los indies. Aunque actualmente estas supuestas similitudes son menos marcadas, algunos de sus ideales en comparación tienen un gran parecido.

Su mayor porcentaje de popularidad esta en las ciudades más grandes como Nueva York, San Francisco y Chicago, los pertenecientes a este grupo se caracterizan por oscilar entre los 20 y 35 años y estar entre las clases sociales media y alta. A simple vista reconocer un hipster no es algo fácil por su aspecto no tan llamativo ni su uso homogéneo de algún tipo de atuendo característico y su querer pasar desapercibidos, sin embargo la mayoría de ellos son personas muy académicas e intelectuales, les gusta la fotografía, leer, visitar museos y algunos usan gafas por darle sentido de moda a sus prendas vintage.

Claramente, algunos de sus mejores ideales y el más apoyado es su rechazo al consumismo desmedido, poniéndose del lado del comercio local, defendiendo lo tradicional y anteponiendo a todo, el respeto al medio ambiente, lo cual los hace personas totalmente sanas sin ánimo de competencia ni tendencias violentas y sí muy progresistas.

Hoy por hoy nos damos cuenta que rescatar lo antiguo y librarnos un poco del mundo actual, del mundo de globalidades y estrés vanguardista es una buena opción para oxigenar nuestros pensamientos y reconectarnos con nosotros mismos, ver el mundo en pequeñas cantidades es una manera menos trágica de darnos cuenta de las problemáticas, los hipsters en medio de sus pensamientos e ideologías, poco seguidas por el cauteloso desarrollo de la cultura, tiene potencial de revolución y cuestionamiento social, que al darse en personas mayores a los adolescentes puede provocar un cambio en la conducta social

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