Historia Evaluación

Historia de la evaluación.

La evaluación es una actividad que se ha desarrollado en distintas culturas desde hace mi-les de años; se tiene noticia que se avaluaba en China entre el tercer y segundo milenios antes de Cristo, aproximadamente, para seleccionar funcionarios, porque la necesidad de una administra-ción equitativa requería deberes puntuales y estrictos; aunque era más bien dirigida a la clase aco-modada, para continuar su trabajo con la dirigentes.

También en la Edad Mediase se habilitaban exámenes orales con características formales y se aplicaban en forma abierta, considerando la asistencia de diversas personas, se llevaban a cabo con el visto bueno del maestro y en presencia de tribunales especializados en el área formativa de los alumno, se evaluaba a los estudiantes mediante el registro de las reacciones que tenía el audi-torio cuando el alumno leía algún documento religioso.

En el renacimiento, por el año de 1577, se inicia la aplicación de procedimientos de selec-ción, siendo el de la observación el que frecuentemente se aplicaba en el examen de ingenios para las ciencias.

En el siglo XVII se implementan en Europa los lineamientos y deberes del inspector de es-cuelas religiosas que consistían en tareas de vigilancia, recepción, clasificación, evaluación o cam-bios de nivel de los alumnos.

En el siglo XIX la evaluación respondía a prácticas que se basaban en instrumentos; apare-cen los diplomas de graduación, surge un sistema de exámenes de comprobación que se elabora-ban de acuerdo con los requerimientos de la sociedad de esa época. Aquí el evaluador tenía la fun-ción de técnico que proveía instrumentos de medición.

En las primeras décadas del siglo XX los expertos continuaban con la convicción de aplicar nuevas pruebas; se diseña una gran cantidad de test estandarizados que miden toda clase de des-trezas escolares y se basan en medir la inteligencia, siendo diseñados para aplicarse con muchos alumnos. En los ámbitos educativos estas propuestas fueron bien recibidas haciendo énfasis en que los profesores son quienes deben construir sus propias pruebas objetivas. También se plan-teó, en esa década, la necesidad de aplicar la evaluación desde el punto de vista científico para perfeccionar la calidad de la educación. En los años de mil novecientos sesenta la evaluación se centra en los alumnos y el rendimiento que estos tenían, pero la interpretación que se diera de-pendería del tipo de decisión que se estuviera buscando. En los 70’s se asoció la evaluación a la responsabilidad del personal docente en el logro de objetivos educativos; surgen gran cantidad de propuestas de evaluación, que pueden clasificarse, grosso modo en, cualitativas y cuantitativas.

En las primeras décadas del siglo XXI la evaluación experimenta una transformación impor-tante tanto en su visión como en la acción, dando

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