IDENTIDAD NACIONAL

LA IDENTIDAD NACIONAL COMO FUERZA DE INTEGRACIÓN SOCIAL E HISTÓRICA

Como es sabido, la Identidad Nacional es una conciencia social que da sentido de pertenencia al individuo y su comunidad, y se diferencia de otros Estados, afirmando su unión e independencia ante las demás comunidades, en función de rasgos específicos. En efecto, la historia común es la fuerza integradora fundamental de esta unión, que se ve reforzada mediante estructuras políticas, económicas y sociales.

Sobre esto, Navarro precisa que la identidad es “La sensibilidad afectivo-emocional que produce el apropiarse del pasado, del presente y del futuro de una nación; el correr su misma suerte histórica y que pudiera describirse como orgullo de ser parte de esas experiencias colectivas de la cultura y de la vida en grupo, sean positivas o negativas y de expresarlas como un conjunto de actitudes de solidaridad y de lealtad a los símbolos de la unidad colectiva del grupo nacional”.

En este orden de ideas, la Identidad Nacional no sólo alude a los rasgos físicos que distinguen a los pueblos; efectivamente, para que un pueblo pueda constituirse en nación requiere delimitar su espacio geográfico en el cual manifieste en distintas expresiones su cultura, no obstante, la conciencia de identidad nacional está arraigada en los aspectos moral y espiritual de cada uno de los ciudadanos, siendo esto columna y cimiento de la integridad territorial.

Es por ello que la nación pasa a ser más y más completa e internamente más uniforme cuando la comunidad comparte la historia, las tradiciones, la religión y las costumbres, pero sobre todo, por la conciencia que tienen los integrantes de esta de pertenecer a un grupo, a una sola familia, de conformar un todo, teniendo características únicas con respecto a las demás naciones.

De esta manera, la Identidad Nacional es entendida como proceso de integración en un país, es un asunto que está ligado al nacionalismo, entendiéndose por nacionalismo, la lealtad y el compromiso empeñados en defensa de los intereses de una nación, que tienden a expresarse esencialmente en la disposición para defender su honor, valores culturales, a pertenecer a un grupo, a una sola familia, de estructurar un todo, con características únicas con respecto a los demás agregados sociales que constituyen el resto de las naciones.

En este sentido y regresando en el tiempo, el propio Aristóteles señalaba que “la razón por la cual los individuos se reúnen en la ciudad y forman una comunidad política no es solamente la de vivir en común, sino la de vivir bien”, a lo cual se suma que dentro de los parámetros de bienestar, siempre se ha considerado la seguridad física, seguridad para producir y para conservar los bienes, producto del esfuerzo del propio trabajo; para el filósofo griego el bienestar era relevante.

Como se puede observar,

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