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INFLACION


Enviado por   •  24 de Septiembre de 2013  •  3.822 Palabras (16 Páginas)  •  258 Visitas

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Universidad Nororiental Privada

Gran Mariscal de Ayacucho

Facultad de Derecho

Escuela de Derecho

Núcleo-Monagas

INFLACIÓN

FACILITADOR: INTEGRANTES:

Acurero, María

Aníbal, Julio C.I. 9.522.398

C.I. 10.308.961

Arasme, Edel C.I. 19.037.609

Laya, David C.I. 23.534.891

Moreto, Juan C.I. XXXXXXX

Peinado, Skarlys C.I. 17.069.148

Phillips, Robert C.I. 13.744.191

Salazar, Marbella C.I. 15.509.349

Arbeláez, Jesús

Maturín, 08 de Mayo del 2013

1. DEFINICIÓN DE INFLACIÓN

La inflación es una medida económica que indica el crecimiento generalizado y sostenido de los precios de bienes, servicios y factores productivos dentro de una economía en un periodo determinado. Para su cuantificación se usa el "índice de precios al consumo".

El fenómeno inverso a la inflación es la deflación y esto sucede cuando los precios de los bienes, servicios y factores productivos decrecen de forma continua y generalizada.

En palabras más claras la inflación es un fenómeno que se produce cuando las presiones económicas actuales y la anticipación de los acontecimientos futuros hacen que la demanda de bienes y servicios sea superior a la oferta disponible de dichos bienes y servicios a los precios actuales, o cuando la oferta disponible está limitada por una escasa productividad o por restricciones del mercado. Estos aumentos persistentes de los precios, estaban históricamente vinculados a las guerras, hambruna, inestabilidades políticas y a otros hechos concretos.

2. ANTECEDENTES HISTORICOS

Los ejemplos de inflación y deflación son numerosos a lo largo de la historia, pero no hay registros fiables para medir las oscilaciones de los niveles de precios antes de la edad media. Los historiadores económicos afirman que los siglos XVI y XVII fueron periodos con alta inflación a largo plazo en Europa, aunque las tasas medias anuales del 1 o 2% son tasas despreciables en relación con las actuales. Los principales cambios se produjeron durante la Guerra de Independencia de Estados Unidos, cuando los precios aumentaron a tasas medias del 8,5% mensual y durante la Revolución Francesa, cuando los precios aumentaron en Francia a tasas del 10% mensual. Estos breves periodos inflacionistas eran seguidos de largos periodos en los que se alternaban las inflaciones y deflaciones a nivel internacional, siempre vinculadas a hechos económicos o políticos concretos.

En relación con los patrones de inflación que se han dado a lo largo de la historia, el periodo posterior a la II Guerra Mundial se ha caracterizado por niveles de inflación relativamente altos en muchos países y, desde mediada la década de 1960, se ha mantenido, en casi todos los países industrializados, una tendencia hacia la inflación crónica. Por ejemplo, desde 1965 hasta 1978, el índice de precios al consumo en Estados Unidos se ha situado en una tasa media anual del 5,7%, con un máximo del 12,2% en 1974. En Gran Bretaña, la inflación también alcanzó un máximo en 1974, a raíz del alza de los precios del petróleo, que aumentaron a una tasa superior al 25%. Otros países industrializados padecieron alzas similares en sus niveles de precios, pero algunos países como Alemania Occidental (actualmente parte de la reunificada República Federal de Alemania) consiguieron impedir que se produjera una inflación crónica. Debido a la actual integración de las economías de la mayoría de los países, la disparidad de inflaciones refleja la relativa eficacia de las distintas políticas económicas nacionales.

Esta tendencia inflacionista desfavorable consiguió revertirse en casi todos los países industrializados a mediados de la década de 1980. Las políticas fiscales de austeridad y las restrictivas políticas monetarias emprendidas a principios de la década, se combinaron con las drásticas caídas de los precios del petróleo y de los precios de los bienes para lograr que las tasas medias de inflación descendieran hasta el 4%. Los países de América Latina, en su mayoría, experimentaron tasas de inflación crecientes a partir de la segunda mitad de la década de 1950. La variación anual del índice de precios al consumo sufrió violentos cambios en países como Argentina; desde el año 1975 hasta finales de 1980 pasó de un 43,5% a un 178,3%; México en el año 1982 llegó a tener una inflación del 58,9%; Perú, a partir de 1978, tuvo una inflación creciente alcanzando el 75,4% en 1981; Brasil llegó al 105,6% el año 1981.

3. TIPOS DE INFLACIÓN

A. Inflación moderada: los precios suben lentamente, por debajo del 10% anual. El poder adquisitivo de los trabajadores no se verá muy afectado.

B. Inflación galopante: las tasas de inflación anuales están entre el 10% y el 1000%. Se mantendrá en efectivo la mínima cantidad de dinero posible, y los individuos tratan de comprar bienes reales e inmuebles para desprenderse del dinero, que ha perdido su valor.

C. Hiperinflación: las tasas anuales superan el 1000%.E n estos casos el dinero apenas tiene valor. Está asociada a conflictos políticos y bélicos. En este estado, el sistema monetario corre el riesgo de quebrar y de que la economía de ese país vuelva a ser de trueque, es decir de intercambio de unos bienes o servicios por otros.

D. Estanflación: este tipo de inflación combina la inflación con un proceso de recesión. Este proceso rompe con la llamada curva de Philips, que demuestra la relación inversa entre la inflación y la tasa de desempleo, y solamente se puede solucionar actuando sobre la demanda agregada, es decir, con políticas de demanda (aumento del gasto público, descenso de los tipos de interés y reducción de los impuestos). La primera vez que se observó ese proceso fue en la crisis económica de 1973.

E. Deflación:

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