INSPIRACION

Del latín inspiratĭo, la inspiración es el proceso o el resultado de inspirarse o inspirar (hacer que el aire del exterior ingrese a los pulmones, impulsar pensamientos en la mente). El concepto tiene dos grandes usos: por un lado hace referencia a la iluminación que una divinidad o una fuerza sobrenatural aporta a una persona.

En el primer caso, la inspiración está vinculada al estimulo espontaneo que surge en el interior de un artista o creativo. La inspiración no aparece por esfuerzo o voluntad; por lo tanto, se diferencia del trabajo o del entrenamiento.

Esta acepción del término que estamos abordando es lo que da lugar a la llamada inspiración artística, la cual tiene su origen en la cultura helénica. En ella existía la figura de la musa que se consideraba que era la diosa que “llevaba” a los artistas a realizar sus distintas composiciones y trabajos.

Más allá de lo espontáneo de la inspiración, el sujeto puede contribuir a que ésta aparezca. Cada persona tiene sus rituales o costumbres que lleva a cabo con el deseo de hacer surgir a la inspiración. Preparar un espacio en la casa, escuchar música, aromatizar el ambiente, visitar un determinado lugar o viajar son algunas de las conductas habituales para fomentar la inspiración.

• La inspiración en la composición artística se asocia a un brote de creatividad. Literalmente, la palabra estaría significando "recibir el aliento," y tiene sus orígenes en el helenismo y la cultura hebrea. Homero y Hesíodo, en las primeras discusiones sobre la naturaleza de la inspiración destacan como importante tanto los aspectos rituales como los orígenes divinos del aliento de un dios

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