Interdisciplinariedad Arquitectura

Interdisciplinariedad

En este momento no puedo pensar en una carrera que no se enfoque en la mejora de la vida del ser humano. Tanto en medicina como en la física, todo se centra en el ser humano, ya sea para darle entendimiento a su entorno, para descubrir cosas, para mantener la salud que es tan importante, o en el caso de la arquitectura, para darle ese espacio que llame hogar, o si no nos referimos a una casa habitación, entonces un espacio para trabajar, o para caminar, o para rezar etc.

A lo largo de la historia la arquitectura ha sido considerada mayormente en el área de las humanidades, de las artes y de las ciencias respectivamente. Un claro ejemplo es hace unos pocos años las clases de arquitectura se impartían en la academia de San Carlos, y se calificaba al arquitecto respecto a sus facultades artísticas. En variadas ocasiones me encuentro deseando haber nacido en ese entonces, porque no sólo fue el auge de la arquitectura mexicana, sino que el arte refiere a un sinnúmero de posibilidades y de libertades que hoy no se pueden dar.

También tengo presente que la consideración tanto a la seguridad como a la comodidad del cliente a superado la que en ese tiempo se tenía, al igual que el hecho de que los arquitectos se vuelven cada vez menos “hartistas” (con h).

Cada vez se vuelven más exigentes los parámetros para ser un buen arquitecto, pues a lo largo del tiempo se han ido descubriendo cosas como la antropometría, que limitan un poco pero hacen más eficiente la obra que hace un arquitecto.

Me parece fascinante cómo la arquitectura puede hablar por sí misma y cómo al ser diseñada adecuadamente, puede ser la boca de un momento histórico y/o social. Es impresionante cómo a lo largo de los siglos se ha visto cómo los arquitectos se han sumergido en el estudio del cliente, del entorno, del medio ambiente e incluso en algunos lugares sagrados en temáticas como la religión, la alquimia, la astrología y la astronomía entre otras cosas.

Algo interesante de la arquitectura es el momento en el que me doy cuenta que en la mayoría de las construcciones hechas por un arquitecto, se tomaron en cuenta muchísimo más cosas que las que se ven a primera instancia.

La arquitectura es un fascinante campo de estudios que te permite y exige aprender acerca de muchas cosas que a primera impresión no tienen nada que ver. Cuando ingresé a la carrera de Arquitectura nunca pensé que los arquitectos al diseñar algo tuvieran que alimentar más su mente que su ego, pues desde mi punto de vista los edificios que realmente ‘cantaban’ (como diría Vitruvio) eran obras de arquitectos que se lucían siguiendo la moda de edificios en esa época, siguiendo un patrón que ya estaba puesto y que había funcionado. Ahora que he estudiado un pequeño año de esta maravillosa carrera, me doy cuenta que no pude haber estado más equivocada.

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