Investigacion en humanos

La investigación científica constituye la plataforma del desarrollo del hombre en el más amplio sentido. Específicamente, la investigación en humanos ha permitido el descubrimiento de grandiosos beneficios para la humanidad. Sin embargo, los grandes anticipes en el área de las ciencias de la salud y la pasión por el desarrollo científico han llevado en algunos momentos de nuestra historia a la realización de investigaciones que no han salvaguardado el bienestar de los participantes en las mismas. Múltiples serían los ejemplos que podríamos mencionar como en 1712 charles maitland inoculo el virus de la viruela a seis prisioneros a cambio de una promesa de libertad, las múltiples investigaciones que se realizaron durante el mandato de Hitler, el estudio Tusegee para estudiar la progresión de la sífilis, la hepatitis en escuela Willowbrook, entre otros. El cuestionamiento ético principal a estos estudios era que no se tenía en cuenta los derechos de poblaciones de alguna manera vulnerables, es decir que no tuvieran la capacidad para decidir su participación en la realización del estudio.

Durante los años siguientes con el desarrollo de la ciencia y así mismo de los derechos humanos surgieron debates referentes a la parte ética en las investigaciones, los cuales culminaron con el desarrollo de pautas éticas universales para el desarrollo de la investigación en seres humanos. Entre estas podemos mencionar como las más importantes, las aportadas por el Código de Nuremberg, la Declaración de Helsinki y el informe de Belmont, donde se establece los principios básicos para la experimentación El propósito de estas reglas es velar por el bienestar de los seres humanos y que siempre prime sobre los intereses de la ciencia y de la sociedad. No obstante, el progreso de la medicina se basa muchas veces en la experimentación con seres humanos. Si asumimos una postura radical en contra de la experimentación, ya sea con seres humanos o con ciertas poblaciones, estaríamos en una posición de discriminación y daño hacia esas poblaciones y obtener beneficios (conocimientos) en base a esa población, por esta razón es de vital importancia buscar es el equilibrio entre la ciencia y los derechos humanos, permitiendo que la investigación científica siga en operando en beneficio de la humanidad.

Viendo la forma de proceder en las investigaciones clínicas considero de suma importancia la creación de normas éticas que la regulen. Además, son de gran ayuda para dar a los investigadores y a las instituciones una orientación ética y una organización de requerimientos técnicos que permita cumplir apropiadamente con su interés de ayudar a la sociedad a través del progreso de la ciencia. No obstante, la regulación ética de la investigación científica en seres humanos incluye un compromiso de las autoridades garantes del bienestar de la población, para dar cumplimiento legal a estas disposiciones que no sean

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