LA BUSQUEDA DE NUEVOS FARMACOS

LA BUSQUEDAD DE NUEVOS FARMACOS

Después Louis Pasteur descubrió que las infecciones fueron causadas por las bacterias, muchos científicos comenzaron a estudiar estos organismos diminutos. Pronto fueron capaces de identificar muchas clases de bacterias causantes de enfermedades. Mucho más tarde, se descubrió un tipo aún más pequeño de agente contagioso llamado un "virus". Toda esta información acerca de las bacterias y los virus ayudó a los científicos a encontrar más sobre la causa y cura de enfermedades infecciosas.

Uno de los asesinos más poderosos de las bacterias y los virus fue descubierto por casualidad en el otoño de 1928. En ese momento, en su laboratorio de sótano en Londres, el Dr. Alexander Fleming, bacteriólogo, estaba buscando una sustancia que podría matar a las bacterias. Con el fin de observar su crecimiento, había extendido algunos pequeños placas consultando las bacterias en su mesa de laboratorio. Una noche, él no pudo accidentalmente colocar una cubierta sobre uno de los platos.

Cuando Fleming llegó a la mañana siguiente, vio que esa placa había reunido el molde durante la noche. Esto no le sorprendió, por el sótano estaba húmeda y ventilada solamente por una ventana parcialmente abierta. Pero lo que vio al lado le sorprendió. Alrededor del exterior de la placa al descubierto las bacterias seguían floreciendo, mientras que en el área cerca del molde no había ninguno. De alguna manera habían desaparecido. Fue transferido al molde, a la que llamó la penicilina, a una placa limpia y dejo que se multiplicaran por dos semanas. Entonces él comenzó a experimentar con la penicilina y se encontró que destruiría las bacterias en un tubo de ensayo. Se preguntó, si haría lo mismo a las bacterias en el cuerpo humano?

En 1929, Fleming escribió un informe sobre sus experimentos de laboratorio, presentado en una reunión médica, y la hizo imprimir en revistas científicas. Pero desde hace diez años, mientras que él continuó experimentando con la penicilina, este importante nuevo fue ignorado por el mundo científico.

Mientras tanto, otra potente causa de muerte de las bacterias y los virus también se descubrió por accidente. En Alemania, un grupo de científicos estaban trabajando en la mejora de los colorantes que se utilizaron para los colores en la industria textil. Uno de los científicos, cuyo nombre era Gerhard Domagk, inyecta una pequeña cantidad de uno de los colorantes rojos en algunos ratones que fueron muriendo de una infección. Los ratones se recuperaron rápidamente. Después de los experimentos, Domagk deriva un medicamento de la tinta roja que se conoció como la primera de las sulfamidas.

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