LA CIUDAD ANTIGUA

En la ciudad antigua el autor Foustel De Coulanges nos da una visión de Roma, Grecia, Atenas y Arabia antigua, en donde nos ilustra la forma en que vivian las personas en la era antes de Cristo, sus costumbres y creencias, organizaciones políticas y económicas que fundamentaron el estado, los aportes que desde entonces han sido brindados a nuestra sociedad actual.

Para la antigua roma la religion se convirtió en la parte mas importante para formar una sociedad uniforme y regida por normas de convivencia pero ¿ que habría sido de roma sin la religion? Primero debemos entrar a investigar la importancia de la religion en roma, en que afectaba la vida cotidiana de las personas tanto civiles como militares y religiosas.

Sabemos que las personas tienden a crear seres metafísicos (fuera del ser) en donde la religion se convirtió en la explicación de lo inexplicable ya que no existía una teoría científica que aportara la verdad de los sucesos, empezando la formación de la famila se basaba en las ofrendas a sus muertos (manes) que eran considerados dioses después de su muerte esto fundamentaba la unión de las familias y aseguraban la benevolencia de los “manes”.

Se contaban con muchas creencias entre ellas el “fuego sagrado” que nunca debía ser extinguido, todos tenían un culto único que solo podía ser transmitido de generación en generación por primogénitos (varones), la cerca se denominaba sagrada para evitar la presencia de personas extrañas, como se le conoce actualmente el derecho a la propiedad privada ya que sus tierras contenían los restos de los “manes”.

En esta época grecia Atenas y arabia eran sociedades muy centradas a la religion y comunes con Roma, compartían los ritos sagrados como la comida fúnebre, el fuego sagrado, practicas como el matrimonio entre otras.

La importancia de los dioses en las guerras era para ellos una figura de confianza debido a que los sabios mediante sus premoniciones eran los que tenían la ultima palabra al dar la orden de luchar o abstenerse.

La base de las relaciones guerreras entre lo sagrado y lo humano parte de la necesidad de una garantía de la protección divina. Cuando los ejércitos entraban en campaña se procedía a la purificación de la tropa y de las armas, se hacían sacrificios, declaraciones, acuerdos y actos simbólicos religiosos con el objeto de afirmar su carácter oficial y atraerse el favor de los dioses que, simbolizados en los estandartes, encabezaban siempre el ejército y guiaban a las columnas. El papel de lo divino alcanzaba su punto álgido en la batalla, esta se ganaba o perdía por la voluntad de los dioses. Esta concepción le proporcionaba, además, un carácter de ordalía o juicio del cielo y justificaba el trato a los vencidos.

Roma sin una religion extructurada habría podido llegar a ser una sociedad desorganizada sin

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