Ciudad Antigua
melissaglz26 de Octubre de 2014
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En la Antigua Roma y Grecia se creían varias versiones de donde el humano había nacido o se había creado de donde venía y hacia donde iba, sobre su naturaleza, sobre su alma y sobre el misterio de su muerte. Los antiguos creía que la muerte era un paso grande en la vida de la persona no lo veían como algo triste sino como un cambio en su vida. Según ellos no era un mundo raro o algo feo la siguiente vida era parecida a la presente a donde el alma iba a pasar a disfrutar de su segunda vida, permanecía cerca de los hombres y continuaba viviendo bajo la tierra. Tambien se creía que cuando moría el cuerpo seguía vivo porque el alma estaba viva entonces se ponía un cuerpo vivo en la tumba. De esto se derivó la sepultura. Para que el alma permaneciera en esta morada, que le convenía para su segunda vida, era necesario a que el cuerpo al que estaba ligada se quedara cubierto en la tierra. Era una costumbre de estas ciudades antiguas que después de haber sido enterrada la persona para que viviera en su nueva vida subterránea se le gritara 3 veces su nombre que llevaba en esta vida para que tuviese buena suerte en su siguiente vida.
La antigüedad entera estaba persuadida de que si la sepultura el alma era miserable, y que por la sepultura adquiría la eterna felicidad. Había algunas fórmulas para la ceremonia fúnebres, porque si no se hacían dicha ceremonias el difunto se aprecia a las personas vivas y por esto encerraban las tumbas y también había otras personas que no están de acuerdo con esto y había otros rituales para hacerlos salir de nuevo a la vida por un momento de su sepultura y que vuelvan a esta vida. Se le temía menos a la muerte que a la privación de la sepultura, por que esta se trataba de la felicidad eterna de una persona. Cuando un criminal había cometido un delito muy grande se le privaba de la sepultura. Hay que observar entre los antiguos se estableció otra opinión sobre la mansión de los muertos, se creó una religión, también en el mundo subterráneo pero infinitamente mayor que la tumba, donde todas las almas lejos de su cuerpo, vivían juntas y donde se les aplicaban penas y recompensas. Se rodeaba su tumba con hierbas y flores, y se ponían varios líquidos y alimentos que la persona le gustaba hasta incluso a veces la sangre de alguna víctima. En la casa de cualquier romano o griego tenían que tener algo primordial en su casa que era cotidiano que todos tuviesen esto era un altar pero tenía que contener cenizas y carbones encendidos y el fuego que provocaba siempre debía de estar encendido como fuese pero no se podía apagar era obligación del jefe de familia mantenerlo siempre encendido.
En los romanos había un día que era permitido apagar el fuego ese día era el 1 de Mayo se debía de apagar el fuego pero de inmediato se encendía uno nuevo, este fuego era algo divino para ellos lo veían como algo más fuerte que ellos hasta le rendían tributo al mismo fuego. Jamás salía el hombre sin dirigir una oración a su hogar, al regreso antes de ver a su mujer y de abrazar a sus hijos debía inclinarse ante el fuego, el fuego era el que le daba vida al hogar. El culto del fuego sagrado no solo pertenecía a Grecia y Roma, sino que también se encontraba en oriente, entre los hindúes pero allá se llama distinto le llama “agni”. El hombre culpable no podía acercarse a su hogar, hasta que se purificara de la mancha. El hombre de fuego fue personificado con el nombre de Vesta. Se representó a esta divinidad con rasgos de mujer, porque la palabra con que se designó al altar era de género femenino. Vesta fue la diosa virgen, que no representaba en el mundo la fecundidad ni el poder, fue el orden, pero no el orden rigurosos, abstracto, la ley imperiosa y fatal, que se advirtió pronto en la naturaleza. El fuego siempre estaba ligado a ala casa de la persona. El recuerdo de uno de estos muertos sagrados estaba ligado siempre al hogar. Adorando a uno no podía olvidarse al otro. Era costumbre muy antigua enterrar a los muertos en las casas. Entonces deduciendo de todo esto que hemos visto sobre el hogar domestico de la persona se podría deducir que el hogar era símbolo del culto de los muertos, que bajo de dicha descansaba un ancestro de la familia, que el fuego siempre estaba encendido en la casa para honrarlo y, que este fuego parecía conservar en el la vida de la persona muerta metafóricamente podríamos deducir que el fuego era el alama de la persona. Tambien podemos observar que ya desde hace mucho tiempo el hombre solo aceptaba una religión mientras que esa religión le dijese que solo hay un dios y que tendrá un regreso y que se dirigía a todos los hombres y a todos sea accesible sin rechazar sistemáticamente ninguna calase ni raza. En esta antigua religión había un dios para cada familia y solo podía ser adorado por una familia no por más, la religión era doméstica. Una de las reglas era que cada familia solo podía rendir culto a los muertos que le pertenecían por la sangre, por eso la ley prohibía que un extranjero se acercara a una tumba.
En Gracia y Roma así como en otros países como la India el hijo tenía el deber y la obligación de hacer las libaciones y los sacrificios de sus padres y a sus abuelos, y cada familia tenía su tumba, donde los muertos descansaban en su tumba unos al lado de otros familiares cercanos pero siempre hasta en el final de los tiempos siempre juntos. El culto no era algo público que se diera al aire al contrario como lo hemos dicho ya antes solo se celebra por la misma familia. En esta religión familiar no había reglas uniformes por así decirse, ni un ritual en común entre ellos. Cada familia era completamente de la religión del vecino o de su pariente lejano, y ningún poder exterior tenía el poder de regular su culto o su creencia. No existía otro sacerdote y fuente máxima que el padre de la familia. Esta religión solo podía propagarse por la generación. La religión domestica solo se propasaba de varón a varón.
La religión fue la principal fuente para la conservación de las familias antiguas. En un día especial que era determinada por la religion familiar, los vivos se reunían cerca de sus antepasado, les llevaban comida fúnebre, les llevaban leche, vino también les ponían frutas y tortas y como obsequio la carne de una víctima. A cambio de todo esto quería la protección, los veían a los muertos como sus dioses y les pedían de todo desde fertilidad en el campo hasta la virtud en sus corazones. El principio de la familia antigua no radica en la generación exclusivamente. El principio de la familia tampoco consiste en el afecto natural, pues el derecho romano y el griego no tienen para nada en cuenta ese sentido. La familia era un grupo de personas al que la religión permitía invocar al mismo hogar y ofrecer la comida fúnebre a los mismos antepasados.
El matrimonio era un acto grave de un joven, y no menos grave para el esposo, pues esta religión exige que se haya nacido cerca del hogar para tener derecho de sacrificarle, y sin embargo va introducir cerca de su hogar a una extraña. El matrimonio era la ceremonia santa que había de producir esos grandes efectos. Esta ceremonia no se realizaba en el templo como en la actualidad sino se hacía en la casa y la lleva efectuada por el dios de la casa La ceremonia entre los griegos se componía, por decirlo así de tres actos: ante el hogar del padre, en el hogar del marido y en el tránsito de uno a otro. El matrimonio romano se parece mucho al griego y como este comprendía tres actos: “traditio, deductio in domun, confarreatio”. La joven abandona el hogar paterno, se conduce a esta a la casa del esposo, se canta en torno a ella un antiguo himno religioso, el cortejo se detiene ante la casa del marido, allí se presenta a la joven el agua y el fuego; luego se conduce a la esposa ante el hogar donde se encuentran las imágenes de los antepasados. Comen juntos una torta de flor de harina, es lo que realiza la unión santa entre los esposos. El matrimonio ha sido para ella como un segundo nacimiento.
La religión casera no aceptaba la poligamia como en unas religiones se acepta en la actualidad, entonces haciendo el matrimonio indisoluble y el divorcio casi imposible no como en la actualidad que cualquiera se divorcia. El derecho permitía fácilmente disolución del matrimonio por “coemptio” pero el religioso era muy difícil. El efecto de la “confertio” solo podía ser destruido por la “differratio”.
En la religión era prohibido no casarse todos debían casarse; divorcio en caso de esterilidad; desigualdad entre el hijo y la hija. Las creencias referentes a los muertos y al culto que se les debía han constituido la familia antigua y le han dado la mayoría de sus reglas. . La regla de que cada familia debía de perpetuarse siempre, los muertos necesitaba que su familia nunca se extinguiese. Si se llegase a extinguir la familia se destruye consigo mismo la religion de dicha familia. La ley encargada en Atenas al primer magistrado de que ninguna familia se extinguise, también la ley romana se mostraba atenta a no dejar caer ningún culto doméstico. Apenas hubo leyes y declararon que el celibato era cosa mala y punible. Cuando las leyes dejaron de prohibir el celibato, no por eso dejo de estarlo por las costumbres. El efecto del matrimonio a los ojos de la religión y de las leyes era unir a dos seres en un mismo culto domestico para hacer nacer un tercero que fuese apto para continuar ese culto. El matrimonio solo era efectuado para que la familia estuviese unida y no se disolviera. Si una mujer no podía tener hijos se podía disolver el matrimonio pero si el hombre no puede tener hijos o era estéril debía de continuar el matrimonio sin disolución alguna. Era en efecto que si la familia tuviese una hija ella no podía continuar el culto
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