LA FALACIA

Falacias

• La forma y altura del vientre pueden indicar el sexo del bebé. La creencia popular afirma que si el vientre está bajo, es un niño, y si está alto, una niña. La forma y altura del vientre están determinadas por el tono muscular y uterino y por la posición del bebé. Por esto, es posible que alguien crea que su bebé es un varón al ver que usted tiene el vientre bajo, cuando en realidad el bebé simplemente ha descendido hacia la pelvis porque se acerca el día del parto

• Hay quienes creen que si la frecuencia es más rápida, el bebé será una niña y que si es más lenta, será un niño. También se le atribuye al momento de la relación sexual como un determinante que influye en el sexo del futuro bebé

• Hacer ejercicio adelanta el parto es otra de las nociones erróneas que en nada beneficia, toda vez que el ejercicio moderado beneficia a ambos, incluso existen estudios asegurando que al realizar ejercicio durante la gestación, se acorta el trabajo de parto y ayuda a la recuperación posparto.

Lo cierto es que la información científica y fidedigna para el cuidado del embarazo, parto y puerperio está en manos del personal de salud, lo demás es parte de la sal y la pimienta que aportan las tradiciones transmitidas de voz en voz.

Falacia seleccionada

La forma y la altura del vientre, pueden indicar el sexo del bebe. La creencia popular afirma que si el vientre está bajo, es un niño y si esta alto, es una niña.

Explicación científica:

Desde un punto de vista científico, la única forma de seleccionar el sexo del futuro bebé es mediante la aplicación de técnicas de reproducción asistida. En nuestro país, sólo está permitido elegir el sexo del embrión con fines terapéuticos, esto es, para evitar que los padres transmitan una enfermedad grave o letal al feto, como por ejemplo la hemofilia o la distrofia muscular de Duchenne.

Existen dos técnicas para determinar el sexo del bebé:

- Selección de espermatozoides antes de la concepción. Se eligen los espermatozoides que llevan el cromosoma X o Y en función del sexo buscado (niña o niño), y se fertiliza el óvulo con ellos mediante inseminación artificial.

- Diagnóstico genético preimplantacional. Se realiza una fecundación in vitro, se extraen dos células de los embriones obtenidos y se analiza su componente sexual para diferenciar los que son XX o XY (niña o niño). Una vez identificados, se implanta en el útero el embrión del sexo que no esté afectado por la enfermedad.

Ambas técnicas implican la manipulación de estructuras muy sensibles. Por ello, deben realizarse únicamente en caso de riesgo genético grave.

El sexo en las especies con

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